Vida sana

¿Cuánto dura la leche abierta en la nevera?

Para evitar que esto suceda, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ha publicado en su web oficial el tiempo del que disponemos para el consumo de leche una vez abrimos el envase. Hay que tener en cuenta que no dura lo mismo la leche fresca que la esterelizada y todo depende también de cómo haya sido su tratamiento. En el caso de la leche pasteurizada (leche fresca) que haya recibido un tratamiento tradicional, esta puede durar de 3 a 4 días, siempre almacenada en lugares fríos y a una temperatura media de unos 4 grados.

Si hablamos de leche esterelizada, que recibe un tratamiento más severo con el objetivo de matar todos los microorganismos, esta puede aguantar hasta cinco días. Con la leche condensada, el tiempo de consumo se puede ampliar hasta las dos semanas, debido a que este producto contiene una alta cantidad de azúcar, razón que hace que se conserve en la nevera más tiempo que el resto de las leches. En cuanto a la leche evaporada, hablamos de una variedad que se ha concentrado y que, normalmente, ha sufrido un tratamiento térmico de esterilización, lo que hace posible conservarla en un envase cerrado fuera de la nevera. Por esta razón, una vez la hayamos abierto, disponemos como máximo de una semana para poder consumirla.

Si tienes dudas del estado en que se encuentra la leche de tu nevera, la OCU señala una seria de características que nos pueden ayudar a saber si está mala. Nada más abrirla y servirla en un vaso, si se aprecia como la grasa se separa y flota o bien aparecen puntos blancos que se adhieren a la superficie del vaso, es un indicativo de que ya no puede consumirse.

Otro de los aspectos a tener en cuenta es el olor. Es tan sencillo como acercarse un poco y oler la leche que está guardada en el envase. Si muestra un aroma fuerte y desagradable, lo más aconsejable es no arriesgarse y comprar un nuevo paquete. Por último, a la hora de servirla también es importante fijarse en si esta se corta. Esto es un síntoma de que la proteína está degradada y que se ha estropeado.

La leche en mal estado puede contener bacterias dañinas como la Salmonelosis o la Listeria, las cuales, puede causar intoxicaciones alimentarias. En el caso de la Salmonelosis, esta viene producida por bacterias del género Salmonella. Si bien una única bacteria no es peligrosa, cuando estas se multiplican en el alimento pueden alcanzar lo que se conoce como 'dosis infectiva', que puede provocar vómitos, dolor abdominal, fiebre, malestar general y dolor de cabeza, síntomas que pueden durar de dos a siete días.

En el caso de la Listeria, se trata de una bacteria que se encuentra detrás de un buen número de infecciones alimentarias, pues es muy resistente a las bajas temperaturas. Al igual que la Salmonelosis, esta puede provocar malestar, fiebre, dolor de cabeza y en casos muy graves, puede desembocar en una encefalitis, que provoca la irritación e hinchazón del cerebro.