Diferencias entre la patata blanca y la roja

La patata es un alimento básico cualquier dieta. Si se quiere clasificar, exiten muchas variedades de este tubérculo, pero uno de los criterios más comunes es su forma y el color de su piel. En este sentido, la blanca es la conocida por la mayoría de la gente, aunque la roja cada vez es más frecuente y tiene una forma más redondeada. «A diferencia de la patata blanca, la roja tiene una textura harinosa, tiende a ser cremosa y aguanta muy bien la refrigeración», señalan desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

La blanca es rica en hidratos de carbono, que aportan una energía similar a los cereales y legumbres. Además, son fuente natural de fibra y potasio, además de vitaminas C y B6. Asimismo, las patatas tienen un alto contenido en agua, algo que hace que su valor energético sea menor, alrededor de 85 kcal por 100 g, frente a las más de 250 kcal del pan fresco. Los tubérculos aportan más proteínas que las hortalizas.

Cuando se va a hacer la compra y cocinar, es más frecuente utilizar la blanca porque «nos hemos acostumbrado a este tipo de patata, pero eso no quiere decir que la roja sea menos nutritiva, de peor calidad o menos sabrosa», apuntan desde la SEEN.

La clave para saber qué patata elegir está en la clase de plato que se vaya a preparar. Al igual que, por ejemplo, no se hace uso del mismo tipo vinagre para las ensaladas o de azúcar o harina para todos los postres, tampoco hay que utilizar el mismo tipo de patata para todas las recetas. La diferencia entre los tipos de patatas no está exclusivamente en la piel, cada una de ellas tiene unas propiedades y características distintas.

La roja es más adecuada para cocer ya que queda blanda, pero compacta, sin deshacerse. En cambio, para freír son preferibles las patatas blancas. Un aspecto a tener en cuenta es que las nuevas se suelen romper al cocer. Por este motivo, se emplean para hacer tortillas, cremas y purés.

1. No se deshace al cocinarse: Esta propiedad permite que se pueda trocear sinproblema una vez que se ha hervido o cocido. Cuando se hierve o cocina al vapor, la patata no se deshace. Esto nos permite que podamos trocearla sin problema una vez cocinada, quedando entera y no desmigajada.

2. Absorbe muy bien los sabores: Por ello, este tubérculo es ideal para guisos y potajes, ya que quedan más sabrosos.

3. No se ennegrece: Es una buena opción para la tortilla de patata y se usa mucho en hostelería.

4. Es fácil de pelar: Su tipo de piel y su forma ovalada facilitan esta tarea. Además, no suele tener muchos surcos, por lo que carece de zonas complicadas que pueden costar más.

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