Descubre qué tipo de ejercicio es el más recomendable según tu edad

El deporte no entiende de edad, en cualquier momento de nuestra vida es saludable hacer ejercicio para mantenerse en forma. Desde la infancia hasta la vejez, en función de las condiciones físicas y las limitaciones de cada uno, la actividad es recomendable. En las edades más tempranas mejora las habilidades sociales y motoras y ayuda a tener una mejor disciplina. Para los más adultos, es una oportunidad estupenda para prevenir muchas enfermedades cardiovasculares, diabetes, aumentar la densidad ósea, incrementar la energía y reducir el estrés.

Una fuente de oro para mejorar el estado de ánimo y la autoestima pero, ¿sabes qué tipo de ejercicio es el mejor en función de tu edad? Para contestar a esa pregunta la clave está en comprender cuáles son nuestras necesidades y, por tanto, qué tipo de deporte es el que mejor se puede adaptar a ellas. Con la supervisión de un experto, podremos conocer esa demanda que necesita el cuerpo y poder cumplir con los objetivos sin que nos dañe o ponga en riesgo nuestro bienestar físico.

Para las edades más tempranas, el ejercicio no supone una obligación sino un momento de diversión. Desde los 5 a los 10 años, muchas actividades físicas forman parte del ocio de los más pequeños: montar en bicicleta, en monopatín, patinar, bailar, correr, saltar a la comba, nadar. Aunque no son conscientes de la importancia del deporte, absorben todos sus beneficios con la viveza de la infancia.

Además, es el momento donde los pequeños se apuntan a las actividades extraescolares, muchas de ellas relacionadas con el deporte. Fútbol, baloncesto, atletismo, voleibol o tenis son algunas de las opciones más recurrentes. Ejercicios grupales que, además de mejorar la condición física de los pequeños, motiva la socialización y establece una rutina divertida de la movilización que será esencial en las etapas posteriores.

La adolescencia es una etapa en la que es complejo introducir el deporte como interés si no se tiene cierto gusto por él anteriormente. Sin embargo, hay muchas actividades que pueden formar parte de su ocio si no se plantean como una obligación. La mayor parte de la actividad debe ser aeróbica, lo que implica usar músculos grandes (correr, nadar, bailar...), pero en muchas ocasiones, el deporte está en las actividades más cotidianas: desde el desplazamiento a pie hasta las tareas del hogar.

También puede ser una idea apetecible las excursiones que demandan cierta actividad. Las rutas acompañadas suponen un esfuerzo moderado pero que exigen cierta resistencia física. Otra opción divertida pueden ser actividades como reptar, trepar en cuerdas con y sin nudos o el uso de rocódromos. Una oportunidad de ocio que tiene como resultado el fortalecimiento muscular, pero cuyo fin principal es la diversión.

Las tendencias fitness y los entrenamientos que vemos en Instagram personalizados para actrices e influencers provocan ciertas imitaciones en la conducta. Una rutina que merece la pena replicar pero eso sí, adecuada a nuestras necesidades y con la supervisión de un experto. Un momento decisivo para establecer buenos hábitos de alimentación y ejercicio que condicionarán el futuro, y disfrutar de muchas experiencias relacionadas con el entrenamiento.

Una oportunidad para ganar masa muscular y aumentar la fuerza con actividades dinámicas como el spinning, correr o incluso boxear. También para adentrarse en la meditación a través del yoga o poner en marcha la actividad con el baile. Las opciones son múltiples y es una oportunidad para extender el ocio y conocer nuevas formas de diversión a través del deporte.

La crisis de los treinta en ocasiones va acompañados por cambios drásticos en la rutina que comienzan de forma repentina y concluyen al poco tiempo de empezar. Sin embargo, es un buen momento para reconciliarse paulatinamente con el deporte y empezar una vida más saludable. El HIIT, entrenamientos cortos de alta intensidad con intervalos de descanso entre ellos, son una buena opción para empezar.

El yoga es también una actividad extremadamente completa. Los estiramientos liberan mucho el estrés, que con el ritmo laboral y personal a veces es más intenso de lo que debería. Además, mejora tanto el sistema cardiovascular como la flexibilidad, y en pocas semanas notarás una evolución que te animará a continuar. ¡No tienes límites!

En esta edad se pueden experimentar cambios hormonales, en la masa muscular y en el funcionamiento cardiovascular. Ciertos cambios interiores que no pasan desapercibidos y que demandan cierta respuesta en la voluntad de cada uno. Los entrenamientos de alta intensidad son ideales para reducir eficazmente y en poco tiempo la grasa corporal y mejorar la salud hormonal.

No es necesario grandes esfuerzos al comienzo, 15 o 20 minutos pueden ser suficientes para notar esa mejora física. También los entrenamientos con pesas, para ganar esa masa muscular que se va perdiendo, pueden ser opciones interesantes. El body pump, que son entrenamientos combinados con pesas para ganar densidad ósea es una alternativa dinámica y completa.

Esta década es ideal para disfrutar de uno mismo y dejarse llevar por el ejercicio físico que más motive. Practicar ejercicio en el agua, hacer ejercicios para favorecer la flexibilidad, o incluso el baile pueden ser actividades además de especialmente beneficiosas, divertidas. La prioridad es mantener esa fuerza y equilibrio para seguir sintiéndose plenamente funcional.

Cualquier edad es buena para continuar con el ejercicio, a mayor o menor densidad. No hay un año tope para colgar las zapatillas ni tampoco para estrenarlas, cada etapa dependerá de la voluntad de cada uno. No obstante, solo hay una certeza: hacer ejercicio con regularidad es el mejor antídoto para que no pesen los años.

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