Consumir alimentos estacionales reduce el impacto ambiental

Cada tipo de fruta y verdura tiene sus propias condiciones para su crecimiento adecuado y su consumo óptimo. La estacionalidad global hace referencia a los alimentos que se cosechan en su temporada, pero fuera de España y se consumen aquí en otra; mientras que la local engloba a los productos que se cosechan y consumen en el mismo lugar y temporada de cultivo.

El cambio climático es uno de los factores que dificultan la producción de alimentos. Sin embargo, según datos de Naciones Unidas, el 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de la parte de suministro de los productos desde las granjas hasta el consumo. Además, es la causante de la pérdida del 80% de la biodiversidad, el 80% de la deforestación y el 70% del agua dulce; aproximadamente se desperdicia el 35% de los alimentos que se producen en todo el mundo.

La cantidad de gases de efecto invernadero que emiten los alimentos es muy distinta, ya que la huella de carbono varía en función del transporte desde el lugar de producción hasta el de consumo. Esto generalmente se debe a que recorren distancias más cortas, pero no siempre es así.

Por ejemplo, los tomates que se cultivan en España, pero en una época que no les pertenece generan un impacto mayor en el medioambiente que aquellos cultivados fuera del país y transportados, ya que los invernaderos con calefactores necesitan mucha energía y emiten más emisiones que los transportes. Las manzanas que se cosechan en octubre en Europa y se almacenan hasta agosto tienen una gran huella ambiental, debido a la energía que utilizan los frigoríficos en los que se almacenan. El aguacate, por su parte, es uno de los alimentos más contaminantes, porque su alta demanda ha provocado que los productores favorezcan la deforestación de grandes bosques para dedicarlos a su cultivo.

Los alimentos estacionales son frescos y su sabor, textura y aroma son los auténticos. Cuando las frutas y verduras se cultivan con el clima adecuado y completando su ciclo natural, conservan mejor sus propiedades nutricionales. Además, favorece la concentración de algunos micronutrientes y fitonutrientes. Esto se debe a que los productos han madurado en la planta y no han recibido químicos que favorecen su conservación y alargan su vida.

Las frutas y verduras de temporada son más económicas, ya que su producción es más alta y están dentro de su ciclo de vida normal. Además, los productos que no son estacionales se importan desde otras partes del mundo, por lo que al precio final se suman los gastos de transporte y de conservación.

En esta época del año, las frutas y verduras de temporada de abril son la acelga, las alcachofas, el apio, la calabaza, la cebolla, la cebolleta, las coles de bruselas, la coliflor, la endibia, los espárragos, las espinacas, los guisantes, las habas, las judías verdes, la lechuga, el nabo, el pimiento verde, el puerro, la remolacha, el repollo, el tomate, la zanahoria, el aguacate, las fresas, el limón, el kiwi, la manzana, la naranja, la pera amarilla, la piña, el plátano y el pomelo.