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Ana Isabel Cabrero Serrador
Domingo, 5 de junio 2016, 20:52
La maravillosa idea de consumir alimentos con propiedades que se dicen milagrosas resulta más que atractiva para nuestra sociedad. En la actualidad, ha aumentado el consumo de ciertos alimentos como por ejemplo: la maca, las semillas de chía, la quinoa, el alga espirulina, las bayas de goji y un largo etcétera, debido a que se piensa que estos alimentos aportan propiedades beneficiosas para nuestra salud que nos asedian con las múltiples campañas de marketing.
El problema aparece no por consumir éstos alimentos, sino, ¿qué ocurre cuando la base de nuestra alimentación se sustenta en el consumo de alimentos específicos de forma aislada? y por tanto, no se lleva a cabo una dieta equilibrada y balanceada imprescindible para tener y mantener un buen estado de salud, que junto con una actividad física diaria contribuirá en gran medida a nuestro bien estar físico y psicológico.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera que existe un conjunto de pruebas científicas que demuestran que algunos de éstos alimentos son beneficiosos para la salud. O para ser más específicos, existen componentes de éstos alimentos que son beneficiosos para la salud, pero siempre en un conjunto y nunca de manera independiente. Llevando una alimentación equilibrada es la única forma de obtener beneficios saludables.
Actualmente, con el fácil acceso a internet, en una rápida búsqueda de 'superalimentos' o alimentos milagro podemos encontrar miles de atribuciones 'saludables' para el consumo de muchos. El problema se sucede cuando por desconocimiento se cambia una dieta saludable por una dieta basada en el consumo de algunos de estos alimentos, ya sea de forma exclusiva o abarcando un porcentaje importante de la misma, y todo ello implica posibles problemas de salud derivados de tales elecciones.
Por ello, con éste artículo queremos hacer llegar a los lectores que los milagros no existen y que lo mejor para la salud siempre será llevar una alimentación equilibrada, que se basa en el consumo de todo tipo de alimentos, fundamentalmente sin olvidar alimentos frescos (frutas y verduras), cereales (arroz, pasta, pan todos ellos preferiblemente integrales), legumbres, carnes, pescados, huevos, lácteos y agua, acompañándola siempre de ejercicio moderado a diario. Esto no quiere decir que no se puedan consumir estos alimentos de moda, que como opción culinaria son una alternativa atractiva, pero siempre sin olvidar que por consumir alimentos con 'propiedades beneficiosas' atribuibles, podamos descuidar nuestra alimentación.
No olvidemos la maravillosa frase de Hipócrates: «Que tú alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento». O, en su caso la ecuación de que alimentación equilibrada más deporte equivalen a salud
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