Tres enfermedades que puede transmitir la picadura de una garrapata
Miguel Marcos, profesor de la USAL y médico internista en el Hospital Universitario de Salamanca explica a través de un hilo de Twitter cuáles son las tres patologías más graves
M. E. g.
Lunes, 27 de junio 2022, 16:59
El buen tiempo hace proliferar las garrapatas. Lo habitual es que estos arácnidos piquen sobre todo a los animales, pero el verano invita a pasear por el campo en un ambiente agradable. Hasta España llegó en 2016 la fiebre hemorrágica de crimea-congo, una enfermedad transmitida por la picadura de una garrapata, pero esta no es la única patología que puede llegar al ser humano por medio de las garrapatas.
Miguel Marcos, profesor de la USAL y médico internista en el Hospital Universitario de Salamanca explica a través de un hilo de Twitter cuáles son las tres enfermedades más graves de las que la garrapata es vector y reservorio.
1. Fiebre hemorrágica crimea-congo
Esta enfermedad es una de las más graves que puede transmitir la picadura de la garrapata. La fiebre hemorrágica crimea-congo ha dejado dos víctimas en Castilla y León, un hombre de 74 años fue el primer fallecido en el año 1018 y otro hombre de 64 años murió en Salamanca en agosto de 2021. La mortalidad se encuentra entre el 5 y el 40%.
Esta enfermedad se caracteriza por tener un periodo de incubación muy corto. Los síntomas habituales durante el periodo pre-hemorrágico son: fiebre brusca, dolor de cabeza y mareos durante cuatro o cinco días. A esto se puede añadir diarrea, vómitos o conjuntivitis. Después comienzan las manifestaciones hemorrágicas que dan nombre a la patología. Esta sintomatología abarca desde petequias a grandes hematomas en piel y mucosas, sangrados, principalmente de nariz, encías, gastrointestinales, vaginales, uterinos, del tracto urinario o del aparato respiratorio e incluso pueden llegar a producirse hemorragias cerebrales. En cinco días puede derivar en hepatitis y hasta provocar un fallo renal o pulmonal.
La fiebre hemorrágica de crimea-congo está provocado por un virus (al contrario que la enfermedad de Lyme y la fiebre botonosa mediterránea, que son de origen bacberiano) del género género Nairovirus, familia Bunyaviridae.
2. Enfermedad de Lyme
Esta patología se detectó por primera vez en Connecticut, en 1975, en un pequeño pueblo llamado Lyme. En principio se creyó que era un tipo de artritis debido a los síntomas que aparecen en un primer momento: inflamación en las articulaciones, sobre todo en las rodillas.

En aquel primer brote detectado en Lyme la mitad de los afectados por la inflamación también presentaban fiebre, dolor de cabeza o lesiones cutáneas en la primera fase ya que esta enfermedad también puede provocar síntomas muy generales: fiebre, malestar general, falta de apetito, dolor de cabeza, etc. En resumen, sus pueden variar de unas personas a otras al igual que sus secuelas. En una segunda fase llega la artritis, migratoria o persistente, alteraciones neurológicas y más alteraciones cutáneas.
La provoca la bacteria Borrelia burgdorferi llamada así por su descubridor.
3. Fiebre botonosa mediterránea
De las tres enfermedades más graves que puede transmitir una garrapata esta es la que lleva más tiempo entre nosotros. La provoca la bacteria rickettsia conorii, la más frecuente en España dentro de su género. Además, se calcula que el 20% de las garrapatas están infectadas.
Los síntomas se inician de repente con malestar general, cefalea intensa, fiebre elevada y otros síntomas. Sin embargo, la triada clásica que caracteriza a esta enfermedad es la de mancha negra, fiebre y exantema.

La mancha negra se detecta donde se ha producido la picadura entre un 50 % y un 75 % de las veces. La enfermedad sigue su curso con fiebre elevada (en el 100% de los casos), malestar general, dolor de cabeza, dolores musculares y de las articulaciones e inflamación de los ganglios. Al tercer o cuarto día de estos síntomas aparece casi siempre un sarpullido que normalmente empieza por el tronco, afectando típicamente a las palmas de las manos y a las plantas de los pies, dejando libre la cara y el cuero cabelludo.
A pesar de que de las tres enfermedades transmitidas por una garrapata es la menos grave, existe una variante de esta infección que produce una mortalidad del 50 % y que se observa con mayor frecuencia en las personas con diabetes, alcoholismo o insuficiencia cardiaca.
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