Parestesia, el nuevo efecto secundario que puede provocar la vacuna de Moderna

En principio los síntomas de esta dosis de refuerzo son los mismos que se han experimentado en anteriores vacunaciones y los más habituales son: fiebre, cansancio, cefalea, escalofríos y dolor muscular. Se pasan en 48 horas. La reacción a las vacunas es algo normal y depende de cada persona y ambas marcas, Pfizer y Moderna puede generar este tipo de respuesta.

Según apuntan los expertos la percepción de que la tercera dosis de Moderna es más fuerte nace de que actualmente se administra más, mientras que Pfizer era la vacuna de la que había más disponibilidad durante los primeros meses de la campaña de vacunación. Además, los estudios realizados han demostrado que combinar ambas es efectivo y aumenta la protección frente a la covid.

Respecto a los efectos de Pfizer no se han descubierto nuevas reacciones. Sin embargo, en el caso de Moderna, el 12º Informe de Farmacovigilancia de las vacunas Covid relaciona con la vacuna un nuevo síntoma: la parestesia, un trastorno de la sensibilidad que se manifiesta con sensaciones anormales sin estímulo previo, como el hormigueo.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) apunta a que puede aparecer tras la administración de Moderna aunque con «una frecuencia rara» y con mayor probabilidad a partir del tercer día de la vacunación, según se desprende de los 1.425 casos notificados en todo el mundo a fecha de 30 de junio de 2021, cuando se había inoculado 14,2 millones de dosis de esta vacuna.

Además, se ha detectado casos de mielitis transversa tras la administración de AstraZeneca y Janssen, aunque el número de casos es muy bajo (25 casos,entre los 1.400 millones de dosis administradas de AstraZeneca y 13,en el caso de Janssen entre 33.584.049 de dosis inoculadas.). Se trata de trastorno neurológico raro que se caracteriza por una inflamación de uno o ambos lados de la médula espinal, que a menudo daña la capa de mielina que cubre las fibras nerviosas. Puede manifestarse por debilidad en brazos y piernas, síntomas sensoriales (como hormigueo, entumecimiento, dolor o sensación de pérdida del dolor), o problemas funcionales de la vejiga o intestinos.

En resumen, los estudios concluyen que recibir la tercera dosis es positivo y recomendable, sobre todo para los mayores de 50 años. Además, también eleva notablemente los anticuerpos frente a ómicron. Las vacunas siguen siendo efectivas ante cualquier variante y, aunque no evitan el contagio, reducen drásticamente el riesgo de hospitalización y muerte.

Sanidad aconseja que los contagiados esperen cinco meses para la tercera dosis, ya que la infección aumenta la respuesta de las células frente al virus.