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El corazón y su cuidado en el ámbito deportivo han centrado esta tarde el discurso de los invitados a un nuevo encuentro de las Aulas de la Salud organizado por El Norte de Castilla y Grupo Recoletas y que ha estrenado ubicación en el centro cultural de San Agustín, en pleno corazón urbano de Valladolid, junto al Campo Grande.
Con el título 'Cómo cuidar el corazón en el deporte' el cardiólogo especializado en arritmias cardiacas, cardiopatías hereditarias y cardiología del deporte Elpidio García comenzó su intervención abordando los beneficios para la salud de la práctica deportiva y sentenció: «Cuanto más ejercicio, más beneficio». Le ha acompañado en esta jornada la nutricionista del grupo Recoletas Verónica de la Fuente quien en su internevción el el Aula de Salud explicó los beneficios de la programación en la alimentación para deportistas.
Elpidio García ha señalado que «cuando se practica deporte de cierta intensidad es importante cuidar la salud cardiovascular».
En el ámbito deportivo ha indicado que la muerte súbita de origen cardiovascular es la principal causa de fallecimiento en deportistas durante la práctica del ejercicio. Por este motivo, incidió en la recomendación de realizar programas de seguimiento.
En esta línea, ha puesto de manifiesto la influencia de las condiciones hereditarias en el caso de las cardiopatías y aseveró que «si se detectan a tiempo pueden tratarse con procesos curativos. Nacer con la predisposición de la enfermedad no quiere decir que la desarrolles».
En este sentido, además de la historia clínica y una exploración física inicial, las pruebas indicadas para una evaluación completa incluyen un electrocardiograma para analizar la actividad eléctrica cardiaca; el ecocardiograma para la evaluación morfológica y funcional de las estructuras cardiacas, «es muy buena arma de screen, de reconocimiento». Y en tercer lugar, la ergoespirometría o prueba de esfuerzo con análisis de intercambio de gases para realizar una evaluación cardiovascular y respiratoria,«es la prueba más útil para ver las lesiones coronarias, para valorar la capacidad pulmonar de un deportista y, además, permite valorar la presencia de arritmias cardiacas en el esfuerzo», detalló.
Asimismo ha hecho referencia a otra prueba, la calorimetría y la calorimetría indirecta que permiten a través de esta prueba, la identifciación de la candidad cantidad de calorías que una persona gasta en un día. Un aspecto que tienen que tener en cuenta los deportistas a la hora de organizar y planificar sus comidas.
Y para concluir, el cardiólogo especializado en arritmias cardiacas, cardiopatías hereditarias y cardiología del deporte ha incidido en dos aspectos básicos. Por un lado, que el reconocimiento cardiológico permite la detección precoz de cardiopatías y ayuda a prevenir la muerte súbita y, por otro lado, que la ergoespirometría «es fundamental» en la valoración clínica de la capacidad funcional, el pronóstico y la optimización del rendimiento deportivo.
La expresión «somos lo que comemos» se ha convertido en uno de los dichos más populares para advertir sobre la importancia de llevar una buena alimentación. En este sentido, la nutricionista de la Unidad de Nutrición y Obesidad Recoletas Verónica de la Fuente Sanz ha destacado la importancia de conocer «de dónde proviene la fuente de energía que necesitamos para lograr un mejor rendimiento deportivo». La clave está en los alimentos y en establecer una dieta acorde con el tipo de esfuerzos que se vayan a realizar.
Otro aspecto importante es la hidratación, al igual que desterrar ciertas falsas creencias que hoy en día están muy extendidas como, por ejemplo, los beneficios de la cerveza de recuperación. «Es un falso mito porque realmente lo que se produce es una deshidratación del cuerpo. Es cierto que hay que rehidratar después, pero durante la realización de la actividad también y la cerveza de después no cumple esta función».
En cuanto a los nutrientes cardioprotectores ha citadoel Omega 3 que se encuentra en pescados y frutos secos o los vegetales ricos en antioxidantes y minerales. «Es fundamental conocer cómo trabaja nuestro cuerpo para que la ingesta de hidratos de carbono y grasas se haga en función de donde gastemos más». Además, también se ha referido a la prueba de calorimetría indirecta que «permite abordar la flexibilidad metabólica que es lo que hay que entrenar». Ha recomendado también «reducir la sal a 4 y 5 gramos, las grasas trans, las saturadas y nada de alcohol o ultraprocesados».
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