Más de 20 millones de españoles sufren algún trastorno neurológico

El trabajo de los especialistas concluye que entre cuatro y cinco de cada diez españoles sufren algún tipo de patología neurológica. Tienen diferentes niveles de gravedad, pero en todos los casos con notables repercusiones en su calidad de vida y en la de su entorno familiar, así como en el ámbito laboral o de estudios.

Los datos indican que la prevalencia de esta clase de enfermedades en España es altísima. De hecho, la proporción de casos en referencia a la población sería un 18% mayor que la media internacional y estaría casi dos puntos también por encima de la incidencia en los países de nuestro entorno.

La explicación estaría en que muchas de estas dolencias son degenerativas y aumentan su incidencia o gravedad con la edad, lo que justifica un alto diagnóstico en un país, como el nuestro, con un envejecimiento acelerado de la población y con una de las esperanzas de vida más altas del mundo. Ambos hechos apuntan a que la tendencia mundial a convertir estas patologías en la primera causa de discapacidad y la primera o segunda de mortalidad aún podría ser más pronunciada en España.

Es un gran problema de salud para todos los ciudadanos, pero de forma muy especial para las mujeres que, con mucha diferencia, son las más afectadas por estas enfermedades en todos los grupos de edad. Prueba de ello es que los trastornos neurológicos son ya los responsables directos del 19% de la muertes registradas cada año en España, de una cada cinco. Pero la diferencia de fallecidos por sexos es de casi diez puntos. Mientras explican casi una de cada cuatro muertes de españolas (23,5%), solo son el detonante de uno de cada siete decesos de los varones (14,5%).

Están cerca de los cánceres y de las patologías cardiovasculares como principales causas de muerte, pero se aproximarán todavía más en los próximos años. Según la investigación de la SEN, la tendencia de las diez patologías neurológicas más graves en los últimos cinco años ha sido a elevar su peso sobre la mortalidad general, con especial crecimiento de las demencias. La excepción serían los ictus, donde la mejora de los protocolos de atención y los tratamientos en los últimos años han logrado salvar muchas más vidas.

Este grupo de patologías destaca especialmente por la discapacidad y pérdida de autonomía que provocan entre quienes las padecen. Limitaciones o incapacidad para moverse, hablar, tragar, respirar, pensar, aprender y deficiencias en la memoria o en los sentidos, según los casos y gravedades. Los especialistas calculan que en un año tipo en España, por ejemplo 2021, serían las responsables de un millón de años vividos con discapacidades, pero también de medio millón de años de vida perdidos por muertes prematuras. Prueba del gran sufrimiento que pueden causar es que la ELA, la esclerosis múltiple o el párkinson son las patologías que padecían más de la mitad de españoles que pidieron la eutanasia.

El avance de estas dolencias se observa también en el funcionamiento de los hospitales españoles. En 15 años han pasado de suponer el 4,2% de los ingresos hospitalarios al 5,5%. El ictus es la tercera enfermedad con más hospitalizaciones, pero los trastornos que cada vez provocan más ingresos son las demencias, encabezadas por el alzhéimer. Son muchos ingresos y, además, de larga duración. La estancia media es de 11,8 días. Son el fruto de que los españoles que visitan cada año las consultas de Neurología oscilan entre 2,2 y 4 millones, lo que equivale que estos especialistas vean en doce meses a entre el 5% y el 8% de la población.

Los responsables de la SEN consideran que, a la vista del enorme problema de salud que describe el informe, las autoridades sanitarias españolas deben poner en marcha con urgencia estrategias preventivas y de diagnóstico precoz de estas enfermedades y apoyar con claridad la investigación que busca conseguir tratamientos más eficaces.