p. manzanares/ red Cochrane
Jueves, 29 de diciembre 2016, 07:29
¿Sabías que después de una cesárea es frecuente que el intestino deje de funcionar durante varias horas o días? Pues así es, y aunque generalmente se resuelve en un breve espacio de tiempo, puede ser un proceso muy incómodo, debido a que los gases y las heces retenidas pueden causar distensión abdominal, dolores tipo cólico, náuseas y vómitos.
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En ocasiones, la paciente puede requerir de fármacos para aliviar los síntomas, de modo que también se retrasaría la recuperación de la función intestinal y, por tanto, el alta hospitalaria
Y si bien una alimentación temprana después de una cesárea puede estimular los intestinos, también podría provocar vómitos. Por eso muchos obstetras todavía impiden la ingestión de alimentos hasta que se detecten sonidos intestinales y haya expulsiones de gases o flatos.
El secreto está en el chicle
Según una revisión del grupo Pregnancy and Childbirth de la red global de investigadores Cochrane, «mascar chicle podría ayudar a que los intestinos funcionen nuevamente antes de lo previsto».
Para afirmar esto, se encontraron 17 estudios con 3.149 pacientes que tuvieron un parto por cesárea. «En estos estudios, un grupo de pacientes mascó chicle, y un segundo grupo no lo hizo y recibió atención habitual. Los estudios se realizaron en nueve países y fueron diferentes en muchos aspectos. Por ejemplo, algunos estudios solo incluyeron pacientes que tenían su primer hijo y otros incluyeron pacientes con una cesárea anterior; algunos estudios incluyeron las cesáreas electivas (programada previamente) y otros también incluyeron las cesáreas de urgencia. La manera en la que se proporcionó el chicle también difirió en los estudios; en algunos las pacientes comenzaron a mascar chicle después de la cesárea y en otros se esperó hasta 12 horas», explican desde Cochrane.
Así, la combinación de los resultados de estos estudios indica que las pacientes que mascaron chicle después de una cesárea tuvieron un retorno más temprano de la función intestinal: expulsaron antes los gases, presentaron menos dolores abdominales y vieron reducido el tiempo de su primera defecación en aproximadamente nueve horas.
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Las conclusiones
Según la revisión del grupo Pregnancy and Childbirth y conforme a las pruebas disponibles, que ya advierten los expertos que son «de calidad baja» : «Mascar chicle en las primeras 24 horas después de una cesárea es una intervención sencilla bien tolerada, de bajo costo, segura y fácil que mejora la recuperación temprana de la función intestinal, mejora el bienestar materno y potencialmente reduce los costos hospitalarios».
Pero mejor, consulte con su ginecólogo antes de meterse una goma de mascar en la boca.Y es que, como señalan los expertos, se necesitan estudios de investigación adicionales (y de más calidad) para establecer el régimen óptimo de mascar chicle (cuándo comenzar, número y duración de las sesiones por día) para mejorar la recuperación de la función intestinal y para evaluar los potenciales efectos adversos y la satisfacción de las pacientes.
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El motivo es que todos los estudios tienen un «alto riesgo de sesgo», ya que debido a la naturaleza de la intervención, «no fue posible cegar a las pacientes y la mayoría de los resultados fueron autoinformados».
Más información en:http://www.cochrane.org/es/
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