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Los diagnósticos aumentan, pero la letalidad del virus sigue a la baja

Una persona ha fallecido por otras 1.000 que se han contagiado en las dos últimas semanas, una relación en descenso desde principios de mayo

Sábado, 1 de agosto 2020, 00:16

Que la situación actual del coronavirus en España no es la misma que la de marzo o abril es un mantra que se repite en los últimos días desde el Ministerio de Sanidad, sobre todo ante el aumento de contagios diagnosticados desde el fin del estado de alarma el pasado 21 de junio. Y los números lo atestiguan. En este caso los que resultan de comparar el total de personas que se han infectado con quienes han fallecido en el mismo periodo.

Con los datos aportados ayer por el Ministerio de Sanidad, que corresponden al cierre del día anterior, es posible calcular que del 16 al 30 de julio ha muerto una persona por cada 1.000 de las que se han infectado. Esta tasa de fallecidos por casos diagnosticados del coronavirus para esas dos semanas es del 0,1%. Queda, por tanto, lejos de la tasa de letalidad, que sigue a la baja y se encuentra en el 9,2% para el total de diagnosticados y finados en España.

Esto no quiere decir que de esas 1.000 personas contagiadas en catorce días se haya muerto una, que es un cálculo imposible de realizar con la información que se ofrece actualmente. De hecho, esa persona fallecida ha podido contagiarse y diagnosticarse semanas atrás. Sirve entonces este cálculo para realizar un análisis de la evolución de letalidad de la pandemia, que ahora se encuentra lejos de lo acaecido entre el 24 de abril y el 7 de mayo, cuando por un millar de diagnosticados se produjeron otros 227 fallecimientos (22,7%). De nuevo más de 200 personas que pudieron contagiarse semanas antes.

Y no solo la situación actual es diferente a la de mayo o abril, tampoco es parecida a la de marzo. Ni siquiera a la de hace un mes. En julio, esta tasa cada dos semanas se ha reducido a niveles de febrero, cuando todavía no se atisbaba, al menos a pie de calle, la gran incidencia que la pandemia iba a causar en el país y en todo el mundo.

Varios son los factores que hay que tener en cuenta al tratar estos datos: la capacidad de detección de los contagiados, que ha sido menor durante el inicio de la pandemia, o el criterio de contabilización de los fallecimientos, que ha dejado fuera a personas que no contasen con un test previo.

Con estas premisas, el análisis se realiza con los siguientes datos. Por un lado, los contagiados hasta el 26 de julio suman todos los positivos por cualquier tipo de prueba y están recopilados por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. Están organizados por inicio de síntomas para quienes los han sufrido o diagnóstico para asintomáticos. Y aunque son más fiables que los aportados en la nota diaria de Sanidad, ya que están revisados a posteriori por las comunidades autónomas, siguen siendo provisionales. En cuanto a los últimos cuatro días, se toma como referencia la cifra de «diagnosticados el día previo» que ofrece el informe ministerial y en la que se incluyen solo los positivos por PCR y aquellos contagiados que se hayan realizado un test serológico y presentasen síntomas. En total suman 307.669.

Por otro lado, los fallecimientos proceden de la base de datos histórica del ministerio y están asignados según la fecha de defunción, no de notificación. En esta lista, no obstante, quedan fuera por el momento 210 personas para las que no se tiene una fecha concreta de fallecimiento. Suman 28.234.

En niveles de febrero

Para encontrar una relación similar al 0,1% de las dos semanas que terminaron el 30 de julio hay que remontarse a mediados de febrero. Si bien esos primeros compases –en todo el mes solo se registró un fallecido por covid y 1.042 diagnosticados– quedan muy lejanos del pico de la pandemia.

La semana del 13 al 16 de marzo aglutina el mayor número de positivos, 114.623, y 5.652 muertes. La tasa resultante es del 4,9%. Del 27 de marzo al 9 de abril los diagnósticos se quedan en 63.000 y los fallecimientos se duplican. La tasa era entonces del 17,3%. Esta sigue subiendo un mes. Entre el 24 de abril y el 7 de mayo los casos se han reducido a poco más de 13.000, pero fallecen en este mismo periodo cerca de 3.000 personas. Son los catorce días que tienen una mayor tasa de letalidad: 22,7%. Hay que recordar que estos fallecidos no tienen porqué haberse contagiado en las dos semanas en cuestión.

A partir de entonces, los diagnósticos siguen bajando –llevaban a la baja desde final de marzo–, y los fallecimientos siguen el mismo curso.

Aumento de contagios

El cambio se produce a finales de junio. La semana del 19 de junio al 2 de julio los contagios aumentan respecto a la semana anterior. De 3.484 a 4.562. Las muertes siguen a la baja y suman 47 en esos últimos 15 días. El 21 de junio es la primera jornada sin el estado de alarma que entró en vigor el 14 de marzo.

La conciencia social y la disminución de la presión en el sistema sanitario, hasta la fecha, son factores que han permitido mejorar la capacidad de detección y que explican en parte ese aumento de casos diagnosticados en las últimas semanas. La recuperación de la movilidad es la otra gran protagonista de esta 'nueva normalidad'.

En las últimas dos semanas de este cálculo, del 16 al 30 de julio, se han registrado 22.000 diagnósticos, 10.000 más que el periodo anterior, frente a 22 fallecidos, tres menos.

La clave en este nuevo escenario es que el aumento de contagios tenga más que ver con la mejora de la capacidad de detección que con la facilidad con la que pueda multiplicarse el virus.En este sentido, la conciencia social es importante. Teniendo en cuenta que el periodo entre el contagio o diagnóstico y el posible fallecimiento no es inmediato, es necesario tomar con cautela las cifras y no perder de vista el número de hospitalizados, que se presupone que aproxima los casos más graves y que ha experimentado en las últimas semanas una subida.

Los datos están lejos de lo previsto en el último estudio serológico

Con un 5,2% de españoles infectados, según el último estudio serológico publicado por Sanidad en junio, y entorno a 27.800 muertos para la fecha en la que se realizó informe, a final de mayo y principios de junio, la letalidad rondaría en España el 1,1%, sin contar las muertes que no entran en la contabilización oficial.

Esta letalidad queda lejos de la que se calcula con los casos diagnosticados y los fallecimientos hasta la fecha que aportó ayer Sanidad en su informe diario. Son 288.522 diagnosticados en su mayoría por PCR y 28.445 muertes que dan una tasa de 9,8%. Fue del 12% en mayo.

Este mismo cálculo con los datos revisados de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y del histórico de fallecimientos, son 307.669 positivos sin diferenciar prueba (excepto del 27 al 30 de julio) y 28.444 fallecidos (28.234 más 210 sin fecha), resulta en 9,2%. En ambos casos el dato no solo no alcanza el previsto por el estudio serológico, sino que varía en ocho puntos. También queda lejos de otras estimaciones que calculan que la tasa de letalidad del coronavirus estaría entre el 0,5% y el 1%.

Estas variaciones se explican en parte por la existencia de contagiados asintomáticos que todavía no hayan sido detectados por las autoridades. En un primer momento, se calculó que hasta un 80% de los infectados podría no desarrollar síntomas.

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