Sanidad sigue confiando en AstraZeneca pese a los reparos de las autonomías

El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, insistió también en la misma idea: «La vacuna de AstraZeneca debe seguir administrándose». Y es que hasta ahora se han inoculado en el planeta más de 335 millones de dosis y no se ha constatado ni una sola muerte real por la inoculación mientras 2,6 millones de almas han fenecido por el virus.

El Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) no tenía ninguna duda tampoco: «La información disponible nos dice que el número de casos de trombosis en la población vacunada no es mayor que en la población general, porque se han reportado 22 casos entre las 3 millones de personas que han recibido la vacuna de AstraZeneca en el área económica europea». Una proporción que es, incluso, menor que en las personas sanas.

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) no se anduvo con rodeos: «No hay motivos que justifiquen la paralización del lote ABV5300 de la vacuna de AstraZeneca» porque tras inyectarse 769.415 dosis de esta vacuna se han registrado solo tres casos de tromboembolismo (ninguno del lote bajos sospecha) y ninguno reviste la gravedad. Ytodo ello, teniendo en cuenta que en la población general se dan sobre 100 casos cada 100.000 habitantes.

Pero el resquemor crece, fuera y dentro. Fuera, seis Estados (Austria, Letonia, Estonia, Lituania, Luxemburgo e Italia) han retirado de los centros de vacunación los viales de esa remesa que les quedaban por inocular y otros seis países han suspendido la vacunación con cualquier partida de AstraZeneca. A Dinamarca, Noruega e Islandia, que frenaron las inoculaciones de cualquier remesa el jueves, se unieron el viernes Rumania, Tailandia y Bulgaria.

Dentro, este viernes, cinco comunidades autónomas, decidieron suspender la vacunación con el lote AstraZeneca bajo sospecha, el número ABV5300: Andalucía, Castilla y León, Canarias, Cataluña y Comunidad Valenciana retiraron de los centros de salud varios millares de viales que todavía de esta remesa que el Ministerio de Sanidad había repartido entre los territorios a mediados de febrero. Asturias, que el jueves había apartado de la circulación unas decenas de viales de AstraZeneca, hoy volvió al plan inicial. La cuestión es que Sanidad ni siquiera acierta a determinar qué cantidad del millón de inyectables bajo sospecha de esta remesa que fueron distribuidos entre 17 de los 27 países acabaron en España.

Lo que provocó todavía más incertidumbre es que, horas antes de que diversas autonomías anunciaran que retiraban los viales de la partida que en Noruega y en Austria habían provocado muertes, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunció de manera rotunda que todos los inyectables de AstraZeneca de la remesa bajo sospecha ya habían ya sido inoculados en España, por lo que no era posible retirarlos.

«El lote de AstraZeneca bloqueado en otros países en España ya fue entregado y administrado. Ese lote ya no está», apuntó la ministra de Sanidad, dando a entender que las dosis, tal y como había fijado la Comisión de Sanidad Pública, se habían inoculado desde hacía días entre profesionales esenciales menores de 55 años, tales como policías, bomberos o profesores.

Sea como fuere, y al margen de la decisión de las autonomías más suspicaces, el Ministerio de Sanidad dejó bien claro que no va a suspender su plan y que no acaba de dar demasiada verosimilitud a las denuncias sobre los trombos. Darias insistió en que España no se plantea frenar la campaña de vacunación con AstraZeneca, de la que hasta este jueves había recibido 1.700.500 dosis, de las que ya había inyectado 769.415, aunque todavía ningún ciudadano ha recibido los dos pinchazos preceptivos para conseguir la inmunidad. «Es una vacuna segura, así lo dicen los organismos reguladores europeo y español. Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad», insistió la titular de Sanidad, quien anunció que España, en cualquier caso, «irá de la mano» de lo que fije la EMA.

Y entre tanto, en plena polémica por la seguridad de su vacuna, la compañía sueco-británica acordó, de nuevo, reducir el número de vacunas que entregará a los 27 en el primer trimestre del año. El laboratorio enviará 30 millones de dosis para finales de marzo, un tercio de lo que contemplaba el contrato inicial firmado con la UE y un 25% menos de lo que prometió la empresa hace menos de un mes, cuando AstraZeneca se enzarzó en guerra con la Comisión Europea que a punto estuvo de acabar en los tribunales.