«Los consejos sanitarios quedamos muy apartados de la gestión de la pandemia»

-¿Cómo han vivido los farmacéuticos estos últimos doce meses?

-Cuando todo empezó, no había normas ni sabíamos cómo actuar, pero nos marcamos el objetivo de dar lo mejor de nosotros como profesionales. La farmacia ha estado presente en muchos escenarios de la pandemia, en la fabricación de medicamentos, en la distribución, en los laboratorios clínicos, en salud pública, en las farmacias comunitarias... Esa tremenda red, que es una conquista social, se ha ganado la confianza de los ciudadanos. El 98% de la población confía en los farmacéuticos y el 90% reconoce que es un servicio esencial.

-Los profesionales de las farmacias quedaron en una situación difícil por la falta de mascarillas, tanto para uso propio como para dispensar. ¿Se sintieron maltratados por las administración?

-Recuerdo que el mismo 13 de marzo nos ofrecimos al Ministerio de Sanidad y a las comunidades y lo único que les pedimos fue que nos intentasen dar mascarillas. No fue posible y nos protegimos como pudimos. También hubo proveedores que pidieron cantidades astronómicas y por eso desde el consejo solicitamos al Gobierno que estableciera un precio regulado para las mascarillas y que se dispensasen a través de la receta electrónica, para evitar que algunas personas acaparasen el material. Respecto a los fármacos, hubo una relación permanente de la Agencia Española del Medicamento con el sector para que no hubiese falta de medicamentos en el canal pese a los problemas tan serios que se vivieron en las UCI. En las farmacias ocurrió lo mismo, hubo medicamentos que multiplicaron por siete o por ocho sus necesidades. Pero todas las propuestas que hicimos a los gobiernos tardaban mucho en ponerse en funcionamiento, las administraciones no fueron proactivas para decir: 'Vamos a ponernos todos en marcha'. Fue preocupante que no se contara con el sector porque no se nos buscó como compañeros de viaje. No puede ser que se limitara el trabajo en equipo. La sociedad quedó al margen de la gestión de la pandemia. Fuimos de los primeros países en sufrir la emergencia y estábamos en mejor condiciones si hubiéramos colaborado con la sociedad civil. Los consejos profesionales sanitarios quedamos muy apartados, no pudimos ofrecer unas aportaciones importantes. Cada uno tiene una manera de entender las cosas, a mí me gusta rodearme de la gente que sabe más que yo. El problema es que no hemos aprendido. Tenemos un problema de memoria muy frágil y no veo en estos momentos unas actitudes muy distintas a las que hemos visto hasta ahora.

-¿Por qué deberían las farmacias hacer test de antígenos?

-Como farmacéuticos, no nos resulta nada extraño hacer pruebas. Por ejemplo, realizamos en los laboratorios muchas PCR. Las farmacias pueden hacer test, como cualquier otra prueba. Pero chocamos con los intereses de otros profesionales. ¿Cómo se tienen que hacer los test en farmacias? A través de campañas de salud pública. Si la administración autonómica hace una campaña de salud pública con las farmacias, puedes hacer esos test. Eso se está haciendo ahora en Madrid, pero siete meses más tarde de cuando debieron empezar. Es responsabilidad de cada comunidad querer o no querer utilizar esa gran red de oficinas de farmacia para hacer estos trabajos. Desde el punto de vista farmacéutico, los test siempre se podrán hacer bajo el paraguas de una campaña de salud pública, pero este asunto se utilizó para confrontar entre administraciones.

-¿Habría que facilitar que la gente se pudiera hacer test libremente?

-La estrategia en España no es que uno pueda hacerse test libremente, sino que se hagan test en zonas o poblaciones donde hay una prevalencia importante de contagios. En otros países piensan que todo el mundo que pasa por una farmacia pueda hacerse una prueba. Aquí se hacen por petición del sistema público, cuando considera que una persona debe hacerse un test. Con los test, igual que con otras cosas, el panorama ha cambiado. Antes teníamos unos test de baja calidad y ahora son de alta calidad. Ahora sí que la administración está en posición de revisar la estrategia para que cualquier persona se pueda hacer el test. Es el momento de tomar decisiones en este sentido porque las decisiones se van tomando según la experiencia. Para ello, tambien tenemos que montar un sistema de comunicación eficaz que evite la picaresca. Pero lo que ocurre ahora es que al no haber un cauce legal, mucha gente se va a la venta libre de productos por internet.