Una mujer muestra el certificado COVID Digital de la Unión Europea. EP

Bruselas extiende el uso del certificado covid hasta junio de 2023

La UE prorroga la aplicación del documento sanitario ante la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia

Olatz Hernández

Corresponsal en Bruselas

Jueves, 3 de febrero 2022, 13:15

La Unión Europea confía en que el certificado de vacunación es una herramienta clave para frenar la extensión del virus. Este jueves, el Ejecutivo comunitario ha propuesto extender la aplicación de este documento un año más, hasta el 30 de junio de 2023. «Por mucho ... que nos gustaría retirar esta medida de control, el virus sigue estando muy presente en Europa y no es posible determinar el impacto que las nuevas variantes tendrán en la segunda mitad de 2022», ha señalado el comisario de Justicia, Didier Reynders, para justificar la prórroga de este documento.

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La Comisión Europea ha recordado que el uso doméstico del certificado covid europeo sigue dependiendo de cada Estado miembro. La legislación europea «ni prescribe ni prohibe» el uso de este documento, pero la UE anima a los países europeos a alinearse con sus políticas sanitarias y a que tengan en cuenta los periodos de validez de los certificados marcados por Bruselas. La semana pasada, la Comisión estableció un periodo de validez de nueve meses para las personas que reciban una dosis de refuerzo y de seis en caso de los documentos de recuperación de la enfermedad.

El certificado covid se concibió como una herramienta para facilitar la libre movilidad entre los Estados miembro. Sin embargo, una serie de países europeos han establecido medidas adicionales para ingresar en su territorio como Italia, Francia, Austria y Alemania.

Recientemente, Bruselas ha revisado las restricciones a los viajes para adaptarlas a la situación sanitaria del viajero y no a la de la región de la que procede. El objetivo es facilitar el movimiento de aquellos ciudadanos que acrediten estar vacunados o haber superado la enfermedad. Hasta el momento, las exigencias sanitarias para los desplazamientos entre países dependían del mapa que elabora el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. El organismo establecía un semáforo con zonas verdes, amarillas o rojas en función de la incidencia del virus y fijaba distintas medidas –como la necesidad de pasar una cuarentena o presentar un test negativo– en función del riesgo en cada región.

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