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j. v. muñoz-lacuna
Martes, 12 de agosto 2014, 16:32
"Es un momento durísimo pero estas cosas hay que llevarlas como Dios quiera" . Así reaccionó este martes uno de los hermanos de Miguel Pajares, el religioso toledano fallecido por el virus ébola, nada más conocer la noticia. Emilio Pajares reconoció que la familia no esperaba este fatal desenlace después de que el misionero hubiera sido trasladado desde Liberia a España para ser tratado y, sobre todo, después de que se le empezara a suministrar un medicamento especial que había dado buen resultado en primates infectados de ébola.
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"No lo esperábamos y estábamos esperanzados en que saliera adelante", indicó Emilio Pajares, quien confirmó que las cenizas de su hermano serán depositadas en el panteón de la Orden de San Juan de Dios "porque así nos lo han pedido los religiosos misioneros de esta orden a la que Miguel dedicó toda su vida. Quieren tenerlo allí y la familia está de acuerdo". Emilio añadió que el recuerdo que les quedará de Miguel es el de una persona "que dedicó su vida a los más necesitados y débiles".
Otro familiar, Begoña Martín, prima del misionero, subrayó que esta muerte "no ha sido en vano" porque ha servido para despertar las conciencias de los países desarrollados sobre las consecuencias de los brotes de ébola en África, un continente hacia el que su primo "sentía un amor especial".
Luto en su pueblo
La muerte de Miguel Pajares también sorprendió en su pueblo natal, La Iglesuela (Toledo), adonde el sacerdote acudía cuando regresaba de África. El Ayuntamiento decretó este martes tres días de luto oficial pero descarta, de momento, organizar algún homenaje "porque no queremos actos populistas sino mantener vivo su recuerdo", declaró su alcalde, Víctor Eduardo Elvira. "Su muerte se ha sentido como un jarro de agua fría porque creíamos que iba a recuperarse y que en veinte días estaría fuera del hospital pero hemos pasado de un extremo a otro", afirmó el alcalde de este pueblo de 500 habitantes que espera que parte de las cenizas del religioso lleguen a esta localidad "porque a Miguel le habría gustado".
Sus vecinos lamentaban que Miguel no podrá estar en las fiestas patronales del pueblo, el 8 de septiembre, en honor a la Virgen de la Oliva, aunque esperan que para esa fecha se oficie alguna misa en su recuerdo en la parroquia a la que acudía desde niño.
África en el olvido
Entre los innumerables mensajes de duelo recibidos por la familia horas después de conocerse la muerte del religioso destacó uno del Arzobispado de Toledo y de la Delegación Diocesana de Misiones de Toledo expresando su "apoyo y aliento" a los familiares. En este comunicado, el arzobispo, Braulio Rodríguez, se mostró agradecido "a todos los que hicieron posible su repatriación así como a todos los profesionales sanitarios que lo han atendido desde su llegada a España". La Delegación Diocesana de Misiones de Toledo pidió, por su parte, "que no olvidemos a África y, en general, a todos los territorios de Misión que necesitan nuestra oración, nuestro apoyo y nuestra colaboración".
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