N. G.
Domingo, 13 de noviembre 2022, 13:18
Es una de las cosas que más saca de las casillas a una persona. Esperar en un semáforo o caminar al borde de la acera y que un coche, con o sin intención, salpique con el agua. Paraguas en mano y calado, el peatón queda atónito al ver tal resultado. Pues bien, la Dirección General de Tráfico avisa que el conductor se enfrenta a una sanción económica. Los días de lluvia suelen ser días más oscuros por la nubosidad que envuelve el cielo. En la carretera también se perciben cambios. Con la carretera mojada, se reduce la adherencia y se necesita mayor distancia para detener el vehículo. Además, las primeras gotas, al mezclarse con el polvo, vuelven la vía super deslizante. La visibilidad del conductor también se ve afectada. Con lluvia y frío lo normal es que las lunas del coche tienden a empañarse. Durante estos días húmedos, el conductor se ve obligado a mantener una mayor precaución.
Publicidad
En el largo listado de sanciones al volante se incluye la multa por salpicar a un peatón. La sanción puede llegar hasta los 100 euros. Así lo contempla el artículo 2 del Reglamento General de Circulación: «Los usuarios de la vía están obligados a comportarse de forma que no entorpezcan indebidamente la circulación ni causen peligro, perjuicios o molestias innecesarias a las personas, o daños a los bienes».
Noticias Relacionadas
Así, en el artículo 46.1 amplía que «se circulará a velocidad moderada y, si fuera preciso, se detendrá el vehículo cuando las circunstancias lo exijan, especialmente al circular por pavimento deslizante o cuando pueda salpicarse o proyectarse agua, gravilla u otras materias a los demás usuarios de la vía». Esto significa que, por norma general, salpicar a un peatón suele estar vinculado con la velocidad. La entidad señala que en días de lluvia, el conductor debe conducir con suavidad, con una velocidad adecuada a las circunstancias de cada momento, de cada lugar y del tipo de trazado. De esta forma, se detendrá el vehículo con seguridad ante una situación inesperada. Si no se sigue estas recomendaciones se producirá el fenómeno conocido como aquaplaning que aparece cuando el neumático no es capaz de desalojar el agua de la carretera por falta de dibujo, baja presión, velocidad inadecuada o por culpa de una zona de agua encharcada, provocando la pérdida de control del vehículo.
La multa por salpicar a un peatón no debe exceder los 100 euros. Si el agente sanciona al conductor de un vehículo con una sanciones que pueden llegar a alcanzar los 600 euros, el motivo no es por encharcar a un viandante, sino por circular con exceso de velocidad. Estas sanciones pueden conllevar incluso una pena de cárcel si se circula a 190 km/h.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.