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El interior del capó desvela varios aspectos del desgaste del vehículo. el norte
Todo lo que hay que saber antes de comprar un coche de segunda mano

Todo lo que hay que saber antes de comprar un coche de segunda mano

Hacerse con un vehículo que ya ha tenido uno o varios dueños puede suponer un riesgo, pero ¿cómo evitar llevarte una sorpresa?

Jueves, 21 de julio 2022, 00:02

La compra de coches de segunda mano coge fuerza frente a los vehículos de concesionario. La crisis de los microchips ha retrasado la compra, y muchos han sido los indecisos que finalmente se han decantado por los coches usados. La incertidumbre de la situación tampoco acompaña para adentrarse en una inversión mayor, por eso se opta por oportunidades más económicas. No obstante, hacerse con un vehículo que ya ha tenido uno o varios dueños puede conllevar sorpresas si no conoces ciertas claves antes de comprarlo. La parte exterior, interior y la mecánica dan muchas pistas para saber si realmente es una buena adquisición o si nos dará problemas en el futuro.

Descubre pistas en el exterior del vehículo

1.

Carrocería

La carrocería es la parte más evidente para descubrir ciertos fallos, y por ello es la parte en la que los dueños más atención prestan en intentar disimular. No obstante, siempre suele haber alguna evidencia que nos muestra en qué condiciones está el coche. Es útil prestar especial atención a las manchas de óxido, abolladuras y añarazos. Estas apreciaciones resultan bastante visibles, pero también debemos fijarnos en el espacio entre las puertas o el capó respecto a la estructura de la carrocería, que nos indicará si ha habido un accidente que haya afectado al chasis.

2.

Puertas y capó

Estos dos elementos del vehículo desvelan ciertos puntos a tener en cuenta. Abrir y cerrar las puertas del coche y el capó delantero para comprobar que ajusta bien y no se ha descuadrado la carrocería es una buena señal. Otro aspecto a tener en cuenta es lo que encontramos bajo el capó: un radiador sustituido indicará que el coche ha tenido un golpe en el frontal. Se debe también inspeccionar las juntas de goma alrededor de puertas y ventanas, y también los cristales para comprobar que no haya picaduras.

3.

Bajos

El estado de los bajos puede dejar al descubierto cómo ha tratado su dueño el coche, por eso, es recomendable subirlo a un gato hidráulico. Golpes y añarazos en las protecciones y elementos de la suspensión son causados por el mal estado de algunas carreteras pero también por los vicios de algunos conductores. Además, la corrosión y oxidación revela el paso de tiempo del vehículo y a qué condiciones climatológicas se ha enfrentado.

4.

Pintura

Con una revisión visual intencionada bastará para conocer si el coche ha sido objeto de una reparación por zonas tras algún accidente. Es complicado lograr una uniformidad total, y en el momento en el que se pinta alguna parte del coche, aunque sea de forma mínima se descubren ciertas diferencias. El desgaste de la pintura y la corrosión, por otro lado, indican que el coche ha vivido en zonas de costa donde la humedad es mayor.

Lo importante está en el interior

1.

Volante

El volante es una de la piezas clave para conocer su uso y comprobar si los kilómetros anunciados son realmente los que aparecen en el cuentakilómetros. Un aro del volante muy pulido o desgastado evidencia un uso intenso y quizá un vicio del anterior conductor de recorrer excesivamente el volante con las manos. Otro aspecto importante es si al mover el volante en parado se mueve demasiado porque puede haber un desgaste en el eje o en las rótulas de dirección. A la hora de conducir también debemos comprobar que al soltar el volante no se desplace a ningún lado ni tenga vibraciones.

2.

Acabados

Hay que comprobar el estado de todas las funciones a través de sus teclas o la pantalla, los relojes y el ordenador de la instrumentación. También es importante comprobar el sistema de climatización pues la reparación en ese caso puede ser elevada. Por supuesto, los indicadores lumínicos que emergen si hay alguna avería deben desaparecer al arrancar el coche, si no, estamos ante algún tipo de problema.

3.

Asientos

El estado de la tapicería y mullido en los asientos, junto a los guarnecidos de las puertas, evidencian el trato que ha recibido el vehículo. Por ello, se deben verificar sus regulaciones, que la banqueta no tenga holgura y que el respaldo se pueda inclinar sin problema. Un desgaste excesivo de los asientos denota un alto kilometraje, por lo que hay que esperar una correlación entre el estado del asiento y los kilómetros presentados.

4.

Alfombrillas

El coche debe de llevar siempre unas alfombrillas que se tendrán que levantar cuando se vaya a ver el coche para observar el suelo. En un coche con muchos años se puede observar cierta corrosión a pesar de la moqueta, por lo que es interesante tenerlo en cuenta.

5.

Cinturones

La holgura de los cinturones, aunque se comprueba en la ITV, también tiene que ser supervisada por el comprador. Para asegurar el correcto funcionamiento, se debe tirar de ellos cuando están insertados en su cierre y comprobar que los tensores del cinturón actúen como deben para asegurar el cuerpo en el caso de que haya colisión u otro tipo de accidente de tráfico.

Los secretos de la mecánica

1.

Motor

Revisar el motor de un coche usado es una de las cosas imprescindibles antes de decidir comprarlo. En primer lugar, comprueba si existe alguna señal de fuga de aceite de la culata sobre el bloque motor, en los depósitos de líquidos o en los manguitos del circuito de refrigeración a simple vista. También analiza el aspecto, es muy fácil identificar si alguna pieza del motor ha sido reemplazada porque el aspecto y el desgaste será totalmente distinto. Al arrancar, observa cómo responde el motor al ralentí, que no haya ruidos extraños ni vibraciones.

2.

Correa de distribución

La correa de distribución se debe cambiar entre los 100.000 y los 150.000 kilómetros, según lo que indique el fabricante. En base a los kilómetros que tenga el coche, se puede preguntar al dueño el estado de la correa porque, si se rompe, la avería será costosa. para los coches con distribución por cadena, no es necesaria cambiarla normalmente hasta los 250.000 kilómetros.

3.

Amortiguadores

Para saber si los amortiguadores del coche están en buen estado, se debe presionar sobre el capó de vehículo con las manos haciendo fuerza hacia abajo y luego soltar. Si ante ello, el vehículo oscila solo una vez, significa que funciona correctamente. Si por el contrario se muestran rebotes de la carrocería al descomprimirse, se evidenciará que está demasiado blanda. No obstante, será en marcha donde más se evidencie su estado, en curva y al frenar y acelerar en cuyo caso al morro se inclinará o elevará demasiado.

4.

Frenos

Los frenos juegan un papel fundamental en la seguridad del vehículo, por lo que su atención tendrá que ser mayúscula a la hora de comprobar el estado de un coche de segunda mano. Al tratarse de piezas de desgaste, sus componentes van perdiendo forma y propiedad con el tiempo. Una forma de conocer en qué estado se encuentra es al frenar: si escuchas un chirrido o la distancia de frenado es mayor, puede que los discos no estén en su mejor estado. Otra pista que nos da el vehículo es el pedal: si está más suave o esponjoso de lo normal, es estado de los frenos quizás no es el más adecuado.

5.

Neumáticos

Los neumáticos desvelan mucha información del estado del coche. Por ejemplo, un desgaste irregular de la banda puede indicar que la suspensión está desgastada o que el coche ha sufrido un golpe y el chasis no se ha arreglado correctamente. Una manera sencilla de comprobar este desgaste es con una moneda de 1 euro: colócala en el dibujo a lo largo de varios puntos, si el círculo exterior dorado es visible al mirar la moneda de frente, es que el neumático está muy desgastado y necesita ser sustituido.

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