Estos son los riesgos y sanciones por manipular un patinete eléctrico

Esta acción, que conlleva una cuantiosa sanción económica, a menudo provoca incidentes que pueden llegar a perjudicar a los usuarios, como los incendios generados por la manipulación errónea de componentes eléctricos. Este riesgo es una de las razones por las que Renfe y otras compañías han prohibido recientemente el acceso de patinetes eléctricos a sus trenes.

Dentro de este grupo se incluyen los casos de VMP que hayan sido manipulados para alterar la velocidad o las características técnicas.

El Norte de Castilla ha contactado con CESVIMAP, centro de I+D de Mapfre. Daniel Vique Quinde, técnico de investigación del centro, especifica que «al manipular un VMP, por ejemplo aumentando su velocidad máxima, el vehículo se establecerá dentro de la categoría de 'ciclomotor de dos ruedas', por lo que será necesario disponer de un permiso de circulación y un permiso de conducir (AM)». De esta forma, y tal como se indica en el reglamento, la sanción será de 500 euros al no disponer de dicha documentación.

Entre las acciones que pueden llevar a una multa relacionada con la manipulación de patinetes eléctricos se encuentran aquellas que modifiquen las prestaciones del vehículo. Entre ellas, destacan: «Aumentar la capacidad de la batería, modificar el controlador para aumentar la velocidad máxima del vehículo, deslimitar la potencia del motor o manipular componentes eléctricos y electrónicos del VMP».

Existen modificaciones más frecuentes que otras. «Si se busca tutoriales en la red, se podrá ver que las deslimitaciones de la velocidad máxima del vehículo y el aumento de la capacidad de batería (ampliando de manera 'artesanal' el número de celdas) son algunas de las más comunes».

Daniel también destaca la peligrosidad que puede implicar la manipulación de este tipo de dispositivos, que no deja de ser un vehículo para el transporte de personas. «El mayor riesgo al que se exponen los usuarios que manipulan este tipo de vehículos es el posible incendio». «Los VMP disponen de sistemas de seguridad eléctrica que funcionan para determinadas prestaciones y, en caso de manipulación, el riesgo de fallo de estos sistemas de seguridad aumenta». «Además, hay que tener claro que el momento de mayor riesgo de incendio de un dispositivo con baterías de ion-litio es durante la carga, y esta se suele realizar en el interior de una vivienda, por lo que siempre hay que tener un control de la carga de nuestro VMP».

Otro de los riesgos, tal y como destaca Daniel, es la lesividad, «ya que a mayor velocidad, mayores serán las lesiones del conductor que se vea implicado en un posible siniestro».

De acuerdo con la nueva normativa, que entrará en vigor el 22 de enero de 2024, los VMP disponen de tres tipos de luces (frontal, trasera y de freno), por lo que no es necesario disponer de luces adicionales. «Estas son suficientes para que el conductor del VMP pueda ver y pueda ser visto; por lo que añadir luces o aumentar su tamaño puede ser considerado como una manipulación, lo que conllevaría una sanción económica». En lo referido a los soportes para móviles, «estos elementos pueden ser de gran ayuda para el conductor, ya que evitan la manipulación del móvil durante la conducción. Incluso pueden ser necesarios para tener un control constante de las prestaciones del VMP al indicar datos como la velocidad o las temperaturas de las baterías».

Además, la alteración de elementos presentes 'de fábrica' en el vehículo implica ciertos riesgos. «Utilizar luces con mayores prestaciones puede deslumbrar a otros usuarios de la vía, sin dejar de lado el anteriormente mencionado riesgo de incendio debido a una mala manipulación de este elemento eléctrico».

Tal y como se recoge en la 'Sección 20' de la normativa que entrará en vigor en enero, los nuevos VMP deberán disponer de elementos «anti-manipulación», que ayuden a evitar que estas prácticas se lleven a cabo. Concretamente, dicho artículo hace alusión a «aquellas modificaciones o manipulaciones que los usuarios llevan a cabo a la unidad de control, al sistema de transmisión u a otras partes del sistema de propulsión, utilizando herramientas, equipos u otros elementos».

Es preciso recordar que en la actualidad existen múltiples facilidades si se desea manipular estos vehículos, tal y como demuestran algunos vídeos de YouTube. Algunos ejemplos son aplicaciones móviles gratuitas o programas informáticos capaces de modificar el 'firmware' del patinete. Algo, por supuesto, nada recomendable.

Sin embargo, existen patinetes eléctricos capaces de superar los 25 km/h por defecto. «De momento no está regulada la compra ni la venta de este tipo de vehículos. De hecho, podemos encontrar VMP que superan los 25 km/h, llegando incluso a los 60 km/h».

Por todo ello y, sobre todo, dada la proximidad de la entrada en vigor de la nueva normativa, acudir a la página web de la DGT relativa a los VMP (que recoge un listado con todos los vehículos certificados), es más que necesario antes de realizar una compra.

Es preciso recordar que la nueva normativa, de forma preventiva, intentará acabar con la manipulación de estos vehículos, por lo que a partir del 22 de enero del 2027 solo podrán circular los patinetes eléctricos que cumplan con dichas especificaciones técnicas.

Daniel Vique concluye: «Los VMP son una buena alternativa para la movilidad urbana, pero se desconoce el uso que le dan los usuarios, por lo que es entendible que en lugares como Madrid o Barcelona se prohíba viajar en el transporte público con este tipo de vehículo por riesgo de incendio».