Musulmanes rezando en una céntrica calle de Milán. AP

El Ramadán abre las costuras de la diversidad cultural

Polémica en Italia ·

La decisión de una escuela de cerrar por la festividad musulmana desata la ira de los partidos de derecha que la consideran una «integración al contrario»

Sábado, 6 de abril 2024, 14:27

A Italia le está costando reconocer que se ha convertido en una sociedad multicultural, aunque ya son extranjeros el 8,6% de sus 59 millones de habitantes. Esta dificultad ha quedado a la vista de todos con lo sucedido en el colegio público Iqbal Masih ... de Pioltello, localidad de las afueras de Milán donde una cuarta parte de sus 36.000 habitantes ha nacido fuera del país. Provienen de más de 100 naciones. En este centro, bautizado en recuerdo de un muchacho pakistaní asesinado en 1995 por luchar contra la esclavitud infantil, son musulmanes más del 40% de sus 1.300 alumnos de entre 3 y 14 años. Ante las experiencias de cursos pasados, cuando buena parte de los estudiantes se ausentaba con motivo del Aíd al Fitr o Fiesta del Fin del Ayuno del Ramadán, los responsables escolares decidieron cerrar el centro este 10 de abril, cuando tiene lugar esta significativa festividad para los musulmanes. Una resolución que ha provocado una agria polémica que ha dejado al desnudo las costuras del multiculturalismo en Italia.

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«Es una decisión inaceptable que representa un peligroso precedente. Hay que ser claro: supone una señal de preocupante islamización, de un proceso clarísimo de integración al contrario en el que los estudiantes no musulmanes están obligados a no ir a la escuela por una fiesta que es extraña a nuestra cultura y a nuestra identidad», afirmó Silvia Sardone, eurodiputada de la Liga, el partido liderado por Matteo Salvini y que forma parte de la coalición conservadora que sostiene al Gobierno de Meloni. También dentro del propio Ejecutivo han surgido voces en contra de la decisión unánime de los miembros del consejo escolar del Pioltello. «No creo que se promueva la inclusión cerrando las escuelas, sino hablando de los problemas, con el diálogo entre religiones, la inclusión y la integración. Es mejor hablar y debatir que cerrar los colegios», criticó por su parte Giuseppe Valditara, ministro de Educación.

Cuando los medios de comunicación se hicieron eco de la decisión del colegio, Valditara envió al centro a los inspectores, que en un principio consideraron «irregular» el cierre con motivo del Eid al-Fitr, justificado por los docentes por las numerosas ausencias que se esperaban para ese día. Al final el consejo tuvo que volver a votar esta cuestión, que justificó por las «exigencias didácticas» y recordando que el curso escolar había arrancado con un día de antelación para que los estudiantes no perdieran clase por esta festividad musulmana. «Es una decisión que nace espontáneamente dentro del centro, sobre la base de unos motivos que consideramos coherentes con el derecho a la educación y con la Constitución italiana», expusieron los miembros del consejo escolar en una nota. Aclararon además que el 21 de mayo, Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, organizarán actividades específicas sobre «la inclusión y la interacción entre culturas y religiones», respondiendo así a las exigencias planteadas por el ministro de Educación.

Insultos y amenazas

La polémica ha sido tan grande que el director del colegio, Alessandro Fanfoni, ha recibido insultos y amenazas para conminarle a que diera marcha atrás. Al final los profesores tuvieron que pedir amparo al presidente de la República, Sergio Mattarella, quien no tardó en intervenir con una carta en la que mostró su apoyo a la comunidad educativa de la escuela. «Aprecio mucho el trabajo que realiza el cuerpo docente y todos los órganos del centro para cumplir con una labor valiosa y particularmente difícil», señaló Mattarella. Sus palabras fueron un aviso a navegantes, contribuyendo a que el ala más xenófoba de los partidos que forman parte de la coalición gubernamental italiana bajara el tono de sus ataques.

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El del jefe del Estado no es el único apoyo que le ha llegado al consejo escolar. También desde la Iglesia católica se ha visto como algo lógico que los alumnos puedan pasar el Aíd al Fitr con sus familias. Primero fueron los tres párrocos del pueblo, que escribieron una carta en la que calificaron de «legítimo y coherente con las características de la realidad territorial» el cierre de este 10 de abril. La gran repercusión nacional que alcanzó el tema llevó incluso a intervenir al arzobispo de Milán, Mario Delpini, para quien se trata de una decisión «legítima», «absolutamente normal» e incluso «deseable». «Respetar a los musulmanes es una forma de entendernos unos con otros», señaló.

El imán Ali Abu Shwaima, presidente del Centro Islámico de Milán y Lombardía, consideró lo sucedido en Pioltello una muestra de «civismo» que pronto podría ser imitada por otros municipios del país. «Los ciudadanos son todos iguales y si existen las fiestas por el patrón de la ciudad, también está la fiesta para los musulmanes».

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