Vista aérea de Google Maps de las piscinas de una de las urbanizaciones de Illana, en Guadalajara. R. C.

El pueblo de las piscinas

Illana, en Guadalajara, es el municipio con más piletas por habitante del país. Hay 734 para 776 vecinos, casi una por cabeza, y la mayoría se concentra en tres urbanizaciones plagadas de segundas residencias

Martes, 4 de junio 2024, 00:34

En España hay casi 1,3 millones de piscinas particulares descubiertas, una por cada 37 habitantes. Pero en un pueblo de Guadalajara pulverizan ese dato. Se trata de Illana, a 90 kilómetros de Madrid, con 776 vecinos censados y 734 piscinas, prácticamente una por cabeza, ... como lo certifica la Dirección General del Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda. En términos absolutos, la ciudad de Madrid es líder en número de piscinas (14.521), y le siguen Córdoba y Marbella. Pero Illana encabeza la lista del ratio de piletas por habitantes, (0,95 por vecino) frente a Badia del Vallès, en Barcelona, que solo cuenta con tres para 13.163 personas (0,0002), ocupando el último puesto de la lista.

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«En el pueblo tenemos algunas piscinas, pero la mayoría está en las urbanizaciones», cuenta por teléfono Gemma mientras de fondo se escucha cómo atiende a los clientes de su colmado en el casco histórico de la localidad alcarreña.

«A unos diez kilómetros del centro hay tres urbanizaciones bastante grandes, El Soto, Riollano y Cuartillejo, que son las que tienen las viviendas con las piscinas. Hay muchas segundas residencias de gente de Madrid que viene los fines de semana y en vacaciones, aunque cada vez hay más personas mayores y parejas jóvenes con hijos que viven aquí todo el año», explica la dueña de la tienda de comestibles, una de las pocas que no tiene una alberca donde darse un chapuzón. «Cuando era niña tenía una piscinita hinchable de esas de goma, pero ya no entro», dice entre carcajadas.

Sin problemas de agua

Las tres urbanizaciones, colindantes entre sí, se encuentran muy cerca del río Tajo, uno de los más caudalosos del país y que esta primavera lleva agua en abundancia. En esas mismas orillas ya se levantaban villas y explotaciones agrarias en la época del Imperio romano.

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De momento hay agua para las piscinas, para los hogares y también para la agricultura. «No hemos tenido nunca problemas de sequía, pero hace unos años el Tajo bajó de nivel y en la parte del río que pasa por las urbanizaciones sí aparecieron restos de chatarra», detalla Ángela, una agricultora con cultivos de cereal y leguminosas en Illana, y que gestiona una empresa (Farmer Technology) que instala sistemas GPS para que los tractores se conduzcan solos.

La proliferación de piscinas supone una mina de oro para la ferretería El Soto, donde venden más pastillas de cloro que tornillos. Buena parte de sus suministros van dirigidos al mantenimiento de piscinas, un campo donde una de las últimas moderneces son los robots de limpieza que se programan desde el móvil. Según Kike Urdiales, conocido 'tiktoker' en el mundillo de la construcción de piscinas, los precios son tan variados como los del mercado del automóvil, «pero una de obra de cinco por tres metros y con lo básico puede salir por 20.000 euros».

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La mayoría de las piscinas privadas ya están operativas. El resto del pueblo tendrá que esperar a mojarse al 1 de julio, fecha prevista de apertura de la municipal. Será su particular 'baño de multitudes'.

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