El pueblo más bonito de Valladolid según la IA

La Inteligencia Artificial puede ser muy dura. Recientemente ha elaborado una clasificación con los pueblos de Valladolid menos agraciados donde Alaejos lideraba la lista. No obstante se trata solo del criterio de la tecnología, y mejor dejar este tipo de calificaciones en sus manos para que la polémica no sea la gran protagonista. En esta ocasión y, teniendo en cuenta aspectos como su historia, arquitectura o paisajes, la IA ha elaborado también un listado con los pueblos más bonitos de Valladolid.

La población de Urueña ha de estar contenta, pues lidera la clasificación. Y es que su historia y arquitectura son cuanto menos interesantes. Destaca sobre todo su castillo, situado en el extremo suroriental de la población, que presenta una forma rectangular adornada con cubos semicirculares a lo largo de todo su perímetro, a excepción del ubicado al sur, la llamada Torre del Homenaje, que tiene forma cuadrada.

En el punto de unión del castillo con la muralla se encuentra un cubo de grandes dimensiones conocido con el nombre de Peinador de la Reina o Torreón de Doña Urraca, el cual constituye el punto más alto del conjunto monumental castillo-murallas. No obstante, las puertas de la Villa y de Azogue y su recinto amurallado, que conserva el 80% del recinto que originalmente cercaba la población en su totalidad, son obligatorios de observar si se hace una visita a este histórico municipio.

En segundo lugar se encuentra Medina de Rioseco, cuyo momento de mayor auge coincide con el Almirantazgo de Castilla desde finales del siglo XV, en que Alfonso Enríquez establece su sede en la entonces villa, hasta casi el siglo XVIII. No obstante, ya en tiempos de los romanos, Medina de Rioseco era un cruce importante de vías que unían el noroeste y centro peninsular.

De este municipio se puede visitar su canal de Castilla, junto a su dársena, donde se hallan los antiguos almacenes, hoy reconvertidos para uso turístico como Centro de Recepción de Viajeros. También está la iglesia de Santa María de Mediavilla, que comienza a construirse a finales del siglo XV y en 1516 el arquitecto Gaspar de Solórzano la concluye o la iglesia de Santiago, cuya construcción se inició en 1533 en el estilo gótico de la época.

El bronce es para Tordesillas, situada a tan solo 30 kilómetros de la ciudad de Valladolid. Aquí tuvo lugar precisamente el famoso Tratado de Tordesillas, también llamado Tratado de Alcáçovas, firmado en 1479 entre las coronas castellana y portuguesa. En dicho tratado no sólo se ponía fin a la guerra de sucesión provocada tras la muerte del rey Enrique IV por el trono castellano entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja, sino que además se repartían los derechos de navegación y conquista del océano Atlántico.

De este histórico municipio se puede visitar el Real Monasterio de Santa Clara, el puente de origen medieval con diez ojos o el museo de San Antolín, edificio gótico de los siglos XVI y XVII.

• Urueña

• Medina de Rioseco

• Tordesillas

• Simancas

• Peñafiel

• Rueda

• Mota del Marqués

• Mayorga

• Villalba de los Alcores

Pero la IA también tiene una clasificación reservada con los diez pueblos más bonitos de Castilla y León.

Aquí los segovianos son los que más felices deben estar, pues el pueblo que lidera esta clasificación es Pedraza. Y es que su historia se remonta muchos siglos atrás. Hay indicios de población prehistórica en los valles que arropan al río Cega y se han encontrado restos junto a la actual explanada del castillo de cerámica hecha a mano que hacen suponer que la propia roca donde hoy se asienta Pedraza estaba ya habitada hacia el siglo IV a. C. por un núcleo de población celtibérica.

Aunque es en los siglos XVI y XVII los que se corresponden a la época de mayor esplendor de Pedraza, gracias a la cabaña de ovejas merinas y al Honrado Concejo de la Mesta, una tupida red de cañadas para facilitar el tráfico ganadero que llegó a controlar tres millones de cabezas. Los talleres segovianos se hicieron famosos en toda Europa y la lana castellana abastecía talleres de Brujas y Florencia.

En segundo lugar se encuentra La Alberca, en la histórica Salamanca. Se trata de un pueblo ideal para visitar con cámara en mano y no parar de hacer fotografías. Sus calles empedradas, su plaza Mayor y el castillo son cuanto menos llamativos.

No obstante, un simple paseo basta para enamorar de sus atractivos rincones y perspectivas, en los que resalta una arquitectura popular levantada a base de piedras y geométricos entramados de madera, en donde destacan los dinteles cincelados con fechas de fundación de las casas, con inscripciones, signos y anagramas religiosos.

El bronce se lo lleva un municipio de Burgos. Hablamos de Frías, citada por primera vez en la segunda mitad del siglo IX. Aunque el auge de Frías proviene de tiempos de Alfonso VIII, pues es quien la escoge, repuebla con un fuero, la convierte en centro comercial, viario y, sobre todo, defensivo pues allí fue trasladado el castillo de Petralata y sus funciones administrativas y militares a la nueva villa.

Hay mucho que desatacar de Frías, desde su puente medieval o castillo, hasta sus famosas casas Colgadas, de toba y madera, que han aprovechado el reducido espacio que le brinda 'La Muela', una gran roca sobre la que se asienta la parte alta de la Ciudad, de tal manera que están construidas en los mismos extremos de la roca, pareciendo que forman parte del precipicio.

• Pedraza (Segovia)

• La Alberca (Salamanca)

• Frías (Burgos)

• Covarrubias (Burgos)

• Peñalba de Santiago (León)

• Medinaceli (Soria)

• Sepúlveda (Segovia)

• Mogarraz (Salamanca)

• Calatañazor (Soria)

• Castrillo de los Polvazares (León)

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