Despiden al periodista más prestigioso de Alemania
El informador más premiado por sus reportajes ha estado mintiendo durante años El escándalo, denunciado por sus propios editores, sacude los cimientos de la profesión en el país
juan carlos barrena
Miércoles, 26 de diciembre 2018
El reportero estrella del periodismo alemán es un estafador. Un farsante que en la última década ha cosechado los mas importantes galardones de los profesionales de los medios escritos en lengua germana, entre ellos, y en cuatro ocasiones, el prestigioso premio alemán al mejor reportaje del año que concede el Reporter Forum. Claas Relotius, de 33 años, obtuvo el más reciente hace tan solo dos semanas por su conmovedora historia 'Un juego de niños', sobre un adolescente sirio que piensa que una de sus travesuras fue el detonante de la guerra civil en su país. El texto «tiene una ligereza, densidad y relevancia sin parangón, que nunca revela las fuentes de las que se alimenta», dijo entonces premonitoriamente el jurado. Pero para Ullrich Fichtner, nuevo director del semanario 'Der Spiegel', mucho de lo que cuenta en ese reportaje es «pura imaginación, está inventado, es mentira. Citas, lugares, escenas, presunta gente de carne y hueso. Mentira». Fichtner se vio obligado a reconocer esta semana que su revista ha estado años publicando los relatos manipulados de Relotius, fulminantemente despedido tras conocerse su fraude.
Entre tanto, el periodista ha devuelto voluntariamente sus cuatro galardones al Reporter Forum y se espera que haga lo mismo con su Liberty Award y el European Press Prize, pero ha dejado al gremio de la prensa en Alemania sumido en una crisis. «La credibilidad es el bien mas preciado de un periodista», dijo el veterano presentador alemán de informativos Ulrich Wickert. Se sospecha que Relotius no solo engañó a 'Der Spiegel' y sus lectores. En el pasado redactó también reportajes para otros medios prestigiosos como el rotativo suizo 'NZZ' y los alemanes 'Die Welt', 'Die Zeit', 'Frankfurter Allgemeine' o 'Süddeutsche Zeitung'. Tan solo en 'Der Spiegel' o Spiegel Online ha reconocido haber manipulado al menos la cuarta parte de los sesenta grandes reportajes publicados desde 2011. Entre ellos, algunos que se consideraban joyas del periodismo como el titulado 'Número 440', sobre un presunto preso de Guantánamo, o 'La última testigo', sobre una mujer que supuestamente asiste a las ejecuciones de reos condenados a muerte en EEUU.
'Der Spiegel': «Mentía intencionada, metódicamente y con alta energía criminal»
Relotius fue descubierto porque entregó «una historia manipulada de más», según ha escrito Fichtner en un mensaje a los lectores. El trabajo en equipo para los grandes reportajes es habitual en 'Der Spiegel'. Y mientras el reportero estrella preparaba uno sobre una milicia ciudadana norteamericana que defiende la frontera con México de inmigrantes ilegales, su colega de origen español Juan Moreno acompañaba a la caravana de migrantes centroamericanos que pretendía llegar a Estados Unidos en noviembre pasado. Fue al juntar ambas historias cuando Moreno descubrió que su compañero manipulaba la información. «Sabía que mentía», aseguró Moreno. «Intencionada, metódicamente y con alta energía criminal», señaló después la dirección de 'Der Spiegel'. Relatius «nunca se encontró ni habló con muchos de los protagonistas de los que cuenta y a los que cita» en su reportaje, reconoció la revista. Las acusaciones de Moreno contra él fueron inicialmente rechazas y asumidas con gran desconfianza por sus jefes en el semanario. Pero al final sus pruebas fueron tan contundentes que, al confrontar al interfecto con las mismas, acabó confesando. Dijo que la presión del éxito pudo con sus escrúpulos periodísticos.
Relotius confesó que la presión del éxito pudo con sus escrúpulos periodísticos
'Der Spiegel' ha reaccionado al escándalo con total transparencia. Su edición digital fue la que anunció, para sorpresa de sus lectores y el mundo periodístico, el cese de Relotius y el alcance conocido de sus manipulaciones. «Desconocemos todavía las dimensiones del caso, pero, pese a todo, hemos decidido hacerlo público. No queríamos dejarlo en manos de otros. Acabamos de empezar a investigarlo y formaremos un comité que dé la vuelta a todas las piedras. Queremos saber lo que sucedió para que nunca más se repita y tenemos también muchas preguntas que hacernos a nosotros mismos, cuyas respuestas provocarán cambios en esta casa» señala el mensaje de la dirección de la publicación.
Este semanario cuenta con un amplio equipo de lectores que controla y supervisa todos los textos, pero que falló rotundamente en el caso del reportero mentiroso. El equipo redaccional sabe que ahora deberá luchar por su credibilidad y, aunque se siente furioso por la manera en que un compañero les ha decepcionado, aseguran que Claas Relotius «tiene nuestra compasión», y afirman que «no es un enemigo, sino uno de nosotros que se encontraba en apuros mentales y que echó mano de los medios equivocados, absolutamente equivocados».
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