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La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha planteado este jueves una serie de recomendaciones de higiene, distanciamiento y refuerzo de los centros de salud para facilitar el inicio del curso escolar de forma presencial y evitar contagios de coronavirus entre los menores.
Así, la AEPap recomienda realizar trayectos separados para que los niños no se crucen en los pasillos. También, que el profesorado utilice siempre mascarilla, al igual que el alumnado, si no se puede mantener la distancia de seguridad.
Apuesta por grupos más reducidos y, en niños pequeños, «grupos burbuja»: «Tendrían que mantenerse en clase, durante el recreo y en el acceso y salida del colegio», según los pediatras.
Asimismo, propone otras medidas como no acudir con fiebre o tos al colegio, con independencia de su causa, cuarentenas de todo el grupo y PCR si un alumno o profesor es positivo.
Incluso en el caso de que todos dieran negativo, asegura la AEPap, deberán quedarse en casa 14 días y, si hay dos casos positivos en dos clases diferentes del mismo centro, las autoridades sanitarias podrían ordenar el cierre del colegio para cumplir el aislamiento preceptivo.
En cuanto a las medidas de higiene, la AEPap destaca ventilar las aulas entre clase y clase, la higiene de manos entre clases y al volver del recreo, disponibilidad de hidrogel y mascarillas y desinfección de aulas al finalizar la jornada.
Si es posible, debería ser siempre la misma persona la que acompañe al niño en la entrada y salida del centro y en el comedor, además de mantener las medidas de distanciamiento y de higiene, apuesta por mantener grupos fijos en cada mesa y extremar la vigilancia para evitar que se compartan alimentos y utensilios.
Subraya la importancia de la coordinación entre colegios y centros de salud y, ante un caso de fiebre, explica que se debe aislar al menor y llamar a la familia, que a su vez tendría que ponerse en contacto con el centro de salud, por teléfono.
En este punto, indica que la agilidad en las pruebas podría evitar aislamientos y bajas laborales de los padres.
Hace hincapié en el refuerzo de la Atención Primaria, donde «existe un déficit crónico», con 1.500 plazas ocupadas por no especialistas y 900 con exceso de pacientes, que deberían desdoblarse para hacer frente a la COVID-19. Así, el déficit alcanza los 2.400.
Estima necesario también un refuerzo de los rastreadrores y coordinar la situación de las distintas comunidades, «que es muy dispar» en la actualidad.
Asimismo, la AEPap destaca que en varias comunidades «los rastreadores están colapsados», y los pediatras de Atención Primaria colaboran directamente en el rastreo, «como sucede en Baleares y Madrid».
El refuerzo de los medios diagnósticos es otra de las reivindicaciones de los pediatras.
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