Padilla quiere torear en San Fermín tras su espeluznante cogida en Arévalo

El matador jerezano, sin fiebre aunque con los dolores lógicos tras más de 30 puntos de sutura, se encuentra en Sevilla atendido por el doctor Alberto García Perla, especialista maxilofacial y su médico de confianza tras el gravísimo percance sufrido en 2011 en Zaragoza y que le costó la pérdida del ojo izquierdo.

Por otro lado, el torero salmantino Javier Castaño, cogido de manera aparatosa al entrar a matar al cuarto toro de la corrida celebrada ayer en Pamplona, fue intervenido en la enfermería de una cornada que le provocó importantes destrozos musculares pero sin llegar a penetrar en el vientre. Así lo confirmó a Efe el apoderado del torero, Hipólito, quien quiso mandar un mensaje tranquilizador sobre el estado de salud de su poderdante, que podría retomar su actividad profesional en «15 o 20 días» si todo va bien. «La cornada le ha abierto un músculo de la zona del vientre, pero gracias a Dios no ha entrado ni en el vientre ni ha llegado a afectar a otros órganos importantes, algo milagroso», aseguró Hipólito.

Además, una joven de Morales del Rey (Zamora), L.M.B., de 20 años, fue atendida en el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) por un traumatismo leve sufrido en el tramo de Santo Domingo durante su participación en el encierro de ayer, en el que otros cuatro corredores varones fueron trasladados al hospital.