Las orcas han sido en los últimos años una de las noticias más llamativas del verano debido a su aparición en costas españolas, más concretamente en algunas playas de Galicia. Sin embargo, para este año el peligro que los bañistas y amantes del mar ... pueden correr es mucho más pequeño y difícil de apreciar a simple vista. Se trata de un alga tropical tóxica, a la que los científicos y expertos denominan como Ostreopsis. Si bien fue en los años 90 cuando se detectó por primera vez esta especie de planta marina en la costa catalana, hasta ahora no se había detectado ningún caso en el que los bañistas sufriesen sus síntomas.
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Tal y como indica el informe realizado por la Anses (Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria), la Ostreopsis puede provocar no solo envenenamiento, sino también síntomas parecidos a los de la gripe, irritación en la piel y problemas estomacales. Por ahora, la mayoría de casos se han detectado en el Mediterráneo, aunque también se han avistado en costas del País Vasco, Portugal y en el Atlántico.
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Cabe tener en cuenta que si bien se trata de una especie invasora que se ha expandido como consecuencia del cambio climático, por ahora no hay que alarmarse puesto que los primeros y más comunes síntomas, aparecen unas horas después del contacto con la microalga o con sus toxinas y no son extremadamente graves. Lo habitual, es tener moqueo, irritación de garganta o fiebre y al cabo de unos días desaparecen y pueden reducirse sus efectos con antiinflamatorios como el ibuprofeno.
A la hora de refrescarnos en el mar, podemos saber si estamos nadando cerca de una floración de Ostreopsis. La Anses asegura que este tipo de alga puede acumularse en la superficie del agua y «crear manchas marrones que cubren varios metros cuadrados». Sin embargo, es importante saber que estas manchas pueden desaparecer, lo cual no significa que no haya riesgo de toparnos con esta planta tóxica.
El único distintivo de la presencia de microalgas, es un sabor raro metálico que podemos notar en la boca cuando hayamos podido inhalarlas, ya que se contraen a tavés del aire. Por tanto, para contagiarse no es necesario estar en contacto directo con el mar ni con la propia planta, ya que los aerosoles del alga pasar al aire y es al respirar cuando comiezan a producirse los síntomas.
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Por tanto, teniendo en cuenta la inesperada visita de este alga marina, para este verano no solo los bañistas tendrán que extremar la precaución a la hora de ir a las diferentes playas del país, sino también aquellos socorristas u hosteleros que trabajen cerca de las costas, ya que pueden verse especialmente afectados. El informe de la Anses ha informado de que una de las medidas preventivas que pueden minimizar los riesgos de padecer los síntomas es «la reorganización de los horarios de trabajo, para limitar el tiempo que los profesionales pasan en las playas durante las floraciones de la Ostreopsis». Además, también se ha recomendado el uso de equipos de protección (mascarilla y guantes principalmente) no solo para los trabajadores cercanos a las playas sino también para las personas encargadas de tomar muestras de agua durante esta época del año.
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