Las noticias más leídas del viernes 1 de noviembre en El Norte de Castilla

Hay una franja en el callejero de Valladolid, que discurre en forma de media luna desde el Esgueva hasta el Pisuerga (y que atraviesa los barrios de Vadillos, Circular y Caño Argales, hacia el Campo Grande y Tenerías), que aparece teñida de rojo en los mapas de riesgo por inundación. Estas calles, donde residen cerca de 25.000 personas, son las que tienen una probabilidad más alta de sufrir las avenidas de los ríos, de acuerdo con este documento informativo que hoy, después de las graves riadas en el Levante, vuelve a cobrar importancia.

José Miguel P. A., un montañero vecino de Valladolid de 67 años, falleció a primera hora de la tarde de ayer jueves 31 de octubre tras caer desde una altura aproximada de 80 metros cuando descendía por la cara norte del Pico San Carlos, en el entorno del macizo de Ándara, en Picos de Europa.

José Miguel Prieto -Josemi para los amigos- «era uno de esos montañeros de raza, pero no solo montañero, también un gran escalador, tenía 7b o 7c», recuerda un compañero del Rocódromo de Las Norias, que compartió precisamente vía el pasado miércoles con él. El veterano deportista de Valladolid, de 67 años «era un vitalista y una gran persona», valoran desde su club el Grupo de Montaña Picos, uno de esos clubes de toda la vida de la provincia, y del que era miembro.

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Cuatro conocidos empresarios valencianos se encuentran entre los desaparecidos por la DANA que asoló la Comunidad Valenciana el pasado martes y que ha dejado, por el momento, más de 200 muertos. La preocupación se acrecienta entre sus familias y allegados conforme pasan las horas ante la imposibilidad de localizarlos.

Una allegada confirmaba su fallecimiento en la tarde del miércoles tras haberse subido con la pequeña al techo de su coche mientras su marido era arrastrado por la riada en la localidad valenciana de Paiporta, epicentro de la tragedia

Horas de angustia, mucha lluvia, cortes de luz y pérdida de cobertura. Así define Pablo Villar, exalcalde de Villalar de los Comuneros, su experiencia el pasado martes cuando la DANA azotó la provincia de Valencia de manera desmesurada. «Vivo en Ribarroja, muy cerca del polígono que se inundó, y a las siete de la tarde del martes se nos fue la luz y la cobertura todavía no ha vuelto. Me estoy quedando en casa de un amigo», especifica Pablo Villar.

Conocido por los vecinos del barrio de Pilarica como el bar Chiralo, en honor a su primer dueño, el también llamado 'Bar Pilarica' es un histórico de esta zona de Valladolid situado en la plaza de Rafael Cano. Aquí la comida casera de José Luis Espeso, el hijo de Chiralo y actual dueño del local, conquista los paladares de los vecinos del barrio. Un bar que está lleno prácticamente a cualquier hora y que además, cuenta con más de 40 años de historia.

«Lo dio todo por el pueblo, deja un legado increíble», repite, visiblemente afectada, la actual alcaldesa de La Seca, Clara Eufemia Rivera, tras conocer el fallecimiento de su predecesor en el cargo, Gregorio Bayón Piñero, este viernes a los 59 años tras una larga enfermedad. Porque aunque 'Goyo', como le conocían de un modo cariñoso, estuvo tan 'solo' dos mandatos con el bastón de mando, deja un vacío irreparable entre los lasecanos.

El Ayuntamiento de Valladolid pone a disposición de todos los vecinos varios puntos de recogida en los centros cívicos de Delicias, José Luis Mosquera y Campillo el sábado y el domingo para el acopio de material y alimentos básicos, recomendados por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (agua, leche, productos de alimentación no perecederos, artículos de limpieza personal y doméstica, pañales y compresas), para ayudar a los afectados por la DANA.

El último en caer en las redes de la identificación de la Policía Local ha sido aquel que pintaba mobiliario urbano con la palabra 'Chaos'. Dejaba su impronta con espráis allí por donde caminaba hasta que esta semana su periplo ha llegado a su fin. Ahora, ya con nombre y apellidos, le podrían caer, según la ordenanza de protección del Medio Ambiente, multas económicas de hasta los 3.000 euros por cada denuncia que se le atribuya, además de un posible delito continuado por daños al mobiliario público o privado.

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