La NASA pone fecha al primer acercamiento peligroso del asteroide Bennu a la Tierra

Bennu es uno de los dos asteroides que, según la NASA, presentan un riesgo mayor de impactar contra la Tierra.

En opinión de los científicos estadounidenses, en el año 2300 la probabilidad de este fatal choque será una entre 1.750, es decir, el 0,057%. Mucho antes, en 2135, concretamente el 24 de septiembre, esta roca de 500 metros de ancho también observará de cerca el planeta azul, aunque en esta ocasión la probabilidad de impacto se reduce al 0,037%, una entre 2.700.

En esa fecha, dentro de 114 años y cuatro días, Bennu bordeará la Tierra a 110.000 kilómetros, menos de un tercio de la distancia que nos separa de la Luna.

Pese a que ambas estimaciones pronostican un riesgo muy bajo, lo cierto es que no son invariables en el tiempo. Durante el recorrido del asteroide por el espacio pueden darse algunos fenómenos que desvíen ligeramente su trayectoria. La influencia del calor del sol o su gravedad y el influjo de otros planetas, otros asteroides o del polvo interplanetario son algunos de los eventos que podrían ponerle de camino a la Tierra o a zonas en las que la gravedad de nuestro planeta haga su efecto (conocidas como ojo de cerradura gravitacional) y le pongan en rumbo de colisión.

Por ello, hace casi un año, sobre Bennu aterrizó la nave OSIRIS-REx, en una misión cuyos datos «ayudaron a apreciar mejor las posibilidades de impacto durante los próximos dos siglos y nuestra comprensión general de los asteroides potencialmente peligrosos», según Dante Lauretta, investigador principal del proyecto.

La nave recogió muestras de la composición del asteroide y aterrizará en la Tierra en 2023 con ellas para analizarlas y poder así conocerlo más a fondo.

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