El Norte
Valladolid
Miércoles, 12 de febrero 2025, 16:46
La semana pasada un equipo de investigadores localizaba un avistamiento único en el mundo marino. Se trataba de un pez abisal, conocido como diablo negro, un acontecimiento que era tan extraño como preocupante. Sin embargo, las hipótesis sobre la corta esperanza de vida que especulaban los investigadores no tardaron en hacerse realidad. El rape abisal murió poco después de ser localizado, confirmando una vez más que el encontrar a esta especie de las profundidades tan cerca de la superficie podía deberse a una enfermedad.
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Se trataba de una hembra de pez diablo negro que se dejó ver en sus últimos días de vida, y han sido los mismos investigadores que lo descubrieron quienes han comunicado la muerte del ejemplar. El cuerpo, de apenas unos centímetros, ha sido trasladado al Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife, donde se analizará detalladamente y ayudará a conocer más sobre esta especie abisal tan desconocida.
Normalmente solo se han registrado larvas o ejemplares en estado deteriorado cerca de la superficie. En cuanto a tamaño, la hembra es mayor que el macho, llegando hasta los 18 centímetros.
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Este pez pertenece a la legendaria familia de los Melanocetus y ha sido visto muy pocas veces con vida. Desde su primer avistamiento los científicos ya barajan varias causas de la muerte, como los cambios radicales en las corrientes oceánicas, condiciones ambientales adversas o una enfermedad que le llevó a alejarse de su hábitat en el fondo del mar para mostrarse en estas extrañas circunstancias. El organismo de este pez posiblemente no habría soportado las condiciones de la superficie, ya que este es un entorno muy diferente a su hábitat extremo, apuntan.
El equipo de Jara Natura, varios científicos y el equipo de investigación Condrik fueron quienes captaron este hecho tan insólito como histórico de este pez diablo «emergiendo de las profundidades abisales en natación vertical, frente a tan solo 2 kilómetros de la costa de Tenerife» concretamente junto a la playa San Juan. El equipo planteó que el pez diablo pudiera estar huyendo de un depredador o que hubiera sido arrastrado por una corriente, pero finalmente la enfermedad es la teoría más plausible. El equipo cuenta ahora con una misión, estudiar al detalle las causas del fallecimiento del animal, que sin duda será recordado por el equipo y la tripulación para siempre.
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