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sara borondo
Viernes, 21 de febrero 2020, 12:14
El retrete es el lugar en el que acaban más teléfonos móviles de lo que cabría pensar. Al ir al baño colocamos el dispositivo bajo la barbilla un momento, o está guardado en el bolsillo del pantalón y al movernos se desliza y cae ... al inodoro. Es tan habitual este accidente que hay seguros del hogar que cubren específicamente estos casos. Como desveló el estudio Renova sobre el uso del móvil en el WC, el 91% de los encuestados utilizaba el teléfono e incluso uno de cada cuatro se había hecho un selfie. Esto no solo es peligroso para la integridad del aparato sino también para la salud de su propietario.
Una de cada tres personas consulta el móvil más de 100 veces al día, una media de una vez cada diez minutos mientras está despierta. La pantalla se toca estando en el baño, desayunando, yendo en transporte público... el teléfono se acerca a la cara cuando se habla por él… y, sin embargo, casi nadie se preocupa de desinfectarlo.
El resultado es que la pantalla del móvil puede tener hasta 30 veces más cantidad de bacterias que la tapa de un inodoro, según un estudio realizado por la Universidad de Barcelona en 2015. Tampoco es tan sorprendente si se piensa que el retrete se limpia con asiduidad mientras que normalmente la limpieza de la pantalla del teléfono (cuando se hace) se limita a eliminar las huellas y manchas pasando, como mucho, un trapito o papel humedecido. Un inodoro limpio tiene unas 20 bacterias, mientras que en el teléfono se pueden encontrar más de 600.
El teléfono a menudo está protegido por una funda (los estudios han demostrado que las de cuero son las que más ayudan a la proliferación de bacterias), con lo que hay zonas en las que se acumula el sudor. Además, el terminal emite calor cuando está funcionando, por lo que es un caldo de cultivo idóneo para la proliferación de bacterias. El teléfono pasa del bolsillo a la mesa o a la oreja de su propietario, que también toca la pantalla y luego come.
Estas son las bacterias más comunes de encontrar en la pantalla del teléfono:
● Escherichia coli: Es la bacteria estrella de las infecciones. Provocar fiebre, náuseas, vómitos y diarreas.
● Estafilococo dorado: Está habitualmente en las mucosas. Puede producir desde infecciones leves como foliculitis a otras más peligrosas como celulitis, abscesos o meningitis. Su ingestión puede afectar al aparato gastorintestinal. Es una de las infecciones habituales en los hospitales.
● Klepsiella: Se encuentra en la flora intestinal, donde ayuda a proteger de otros gérmenes y hacer la digestión, aunque puede producir infecciones de pulmón, de intestino, en las vías urinarias y en las heridas. La variedad pneumoniae es una de las infecciones más comunes de contraer en los hospitales, y es que los móviles se consideran una de las fuentes de difusión de infecciones hospitalarias.
● Micrococcus: Está en la piel humana, aunque también en otros ambientes como el agua y el suelo. Produce infecciones pulmonares y está presente en otras infecciones como la endocarditis o meningitis.
● Salmonella: Igual que la anterior, puede causar enfermedades intestinales.
● Shigella: Normalmente está en los intestinos. Provoca diarrea, dolor abdominal, calambres y fiebre. Su contagio es más habitual en menores de cinco años, que la suelen transmitir por el pañal si quien se lo cambia no se lava las manos.
● Streptococo: Causa infecciones como la faringitis o neumonía.
Además, los móviles pueden servir para transmitir hongos ambientales o virus como el de la gripe.
Una de las posibles soluciones al problema de la proliferación de bacterias en los móviles puede llegar de la impresión 3D. Unos científicos de la británica Universidad de Sheffield han creado piezas impresas en 3D que matan a las superbacterias. Éstas pueden servir para material hospitalario, juguetes infantiles y todo tipo de productos de consumo cotidiano (como las fundas de móviles). Lo han conseguido combinando un aditivo antimicrobiano con un polvo de sintetización láser muy usado. Los productos fabricados así han resultado ser eficaces contra bacterias como staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa, y también se redujo el número de bacterias adheridas a las superficies de las piezas.
Mientras llega alguna solución de este tipo, se pueden tomar algunas precauciones para evitar tener problemas con la pantalla del móvil:
● Tener cuidado de quién toca el móvil. Si lo utiliza alguien que esté acatarrado es probable que deje virus en el aparato.
● Desinfectarlo de vez en cuando con una mezcla de vinagre y alcohol isopropílico -se vende en algunas grandes superficies-. Se aplica con una gamuza para limpiar pantallas y realizando movimientos circulares. Utilizar toallas limpiadoras impregnadas de líquido antibacteriano también tiene buenos resultados, sobre todo si contienen digluconato de clorhexidina y triclosán.
● Usar un protector de pantalla antimicrobiano. Los protectores sirven contra los golpes pero favorecen la acumulación de suciedad y microbios, así que la limpieza debe ser más escrupulosa si el teléfono tiene protección.
● No dejar el movil en cualquier sitio. Si se deposita en la mesa, mejor con la pantalla hacia arriba, para que cualquier organismo que haya no pase al panel.
● No llevarse el móvil al baño. Es una zona en la que lo más probable es que pase al teléfono la E. Colli. Hay que lavarse las manos al terminar en el retrete y antes de coger el teléfono.
● Ni a la cocina. El fregadero es una de las partes de la casa con más bacterias, incluso más que el inodoro.
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