J. S.
Valladolid
Miércoles, 21 de junio 2023, 14:38
El próximo viernes (23 de junio) volverán a encenderse las hogueras en miles de parajes para cumplir con la tradición de la noche de San Juan, una fiesta que, en realidad, se celebra ya en la madrugada del 24 de junio, una fecha marcada a fuego en el santoral que conmemora la celebración de la natividad de San Juan Bautista. Es, de hecho, uno de los tres únicos nacimientos dignos de recordar con fastos para los cristianos. Los otros dos son el de la Virgen (8 de septiembre) y el de Jesús de Nazaret (25 de diciembre), siempre según la tradición religiosa.
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Pero, ¿qué se celebra en realidad en la noche de San Juan? El cristianismo, como en tantas ocasiones, amoldó a sus tradiciones, en este caso para conmemorar el nacimiento del santo, una fiesta pagana que hunde sus raíces en los albores del ser humano y que viene a rendir culto al sol con motivo, aunque a día de hoy con un pequeño desfase en el calendario, de su máximo apogeo.
Este último se produce con el solsticio (del latín 'sol sistere', que viene a ser 'sol quieto') de verano, que en este 2023 tendrá lugar este miércoles (21 de junio) a las 16:58 horas, cuando el astro alcanza su cénit en el hemisferio norte y arranca el verano astronómico, que no meteorológico (este se considera en los meses completos de junio, julio y agosto).
¿Por qué se encienden las hogueras? En este capítulo también se entremezclan las tradiciones paganas y cristianas. En las primeras, muy vinculadas a los pueblos del norte de Europa (germanos, celtas...), el fuego ejercía como elemento purificador para ahuyentar a los malos espíritus. Y en la tradición cristiana, a su vez, se recoge que el padre de San Juan Bautista, Zacarías, mandó encender una hoguera para anunciar el nacimiento de su hijo en este 24 de junio, prácticamente seis meses antes de la natividad de Jesús.
Así que las hogueras forman parte de esta tradición milenaria, con independencia de su origen, bien sea para adorar al sol y apuntalar su fuerza o decir adiós a los malos espíritus o bien sea para conmemorar el nacimiento 'milagroso' de San Juan Bautista, nacido de Isabel, prima de la Virgen María, que fue anunciado a la segunda por un ángel cuando esta contaba ya con una edad avanzada para su gestación.
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¿La noche de San Juan es la más corta del año? La respuesta es no. La noche más corta del año, o el día más largo, según se mire, se produce con motivo del solsticio de verano, es decir, este miércoles (21 de junio). Es precisamente a partir de ahora cuando los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno (21 de diciembre). La diferencia, eso sí, apenas será de unos segundos (menos), en cuanto a la duración del día (desde la salida del sol hasta su ocaso), en la madrugada del viernes al sábado. Pero la noche de San Juan, en definitiva, no es la más corta del año.
Y en este punto también vuelven a mezclarse las tradiciones paganas y cristianas. Para estos últimos, el solsticio de invierno, que viene a coincidir con el nacimiento de Jesús, viene a significar el «triunfo de la luz sobre las tinieblas», tal y como relata el historiador Javier Burrieza, dado que es entonces cuando los días comienzan a ser más largos. Y el otro solsticio, el de verano, cuando el sol alcanza su máximo apogeo al situarse en el punto más alto del cielo, celebra el nacimiento de San Juan Bautista, el «mayor de los nacidos de mujer» seis meses después del Mesías.
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La tradición de la celebración de San Juan se remonta a siglos atrás en ciudades como Valladolid, donde se perdió puntualmente durante la etapa franquista, para recuperarse con fuerza a partir de 1979, con la llegada del primer ayuntamiento de la democracia (3 de abril de 1979). La playa de Las Moreras y la chopera aledaña, sede fija de la celebración desde hace 16 años, acogerán este viernes la celebración de la noche casi más corta del año.
Las hogueras volverán a elevarse al cielo en el tránsito del 23 al 24 de junio para rendir culto al sol, ahuyentar los malos augurios o celebrar, si así se desea, el nacimiento de San Juan Bautista.
La efeméride del 24 de junio también forma parte de la tradición cristiana como fecha señalada, desde la remota Edad Media, para fijar el vencimiento para los pagos o el plazo para llevar a cabo un negocio. Y conocida es también, en el mismo sentido, la expresión 'hasta que San Juan baje el dedo', que viene a decir que algo no va a producirse nunca. Dicha expresión hace referencia a la representación de San Juan Bautista con el dedo señalando al cielo en alusión a que pudo señalar a Jesús en persona como hijo de Dios: «He aquí el cordero de Dios».
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