Secciones
Servicios
Destacamos
arantza furundarena
Lunes, 12 de agosto 2019, 07:41
El lago de Como (a partir de ahora lago de ¿¿¿Cómorrr???) debe de estar que no sale de su asombro. Miley Cyrus ha elegido este selecto enclave para dejarse fotografiar besándose con una mujer, al tiempo que anuncia su divorcio de Liam Hemsworth, apenas ocho meses después de su boda. La besada es la bloguera Kaitlynn Carter, quien hace una semana también anunció que rompía con su marido, el actor Brody Jenner, hijo de la actriz Linda Thompson (en su día novia de Elvis Presley) y Caitlyn Jenner, ex campeón olímpico conocido anteriormente como Bruce Jenner y padrastro de las Kardashian. Teniendo en cuenta que Liam, el hasta ahora marido de Miley Cyrus, es además hermano de Chris Hemsworth, marido de Elsa Pataky, podría decirse que este doble divorcio es un terremoto que tiene el epicentro en Hollywood y categoría suficiente como para mover de su sitio las famosas letras del monte Lee.
Si a alguien le ha hecho realmente daño Disney es a Miley Cyrus. Desde que dejó de ser su estrella bajo el nombre de Hannah Montana, la cantante ya no sabe qué hacer para sacudirse la imagen de niña ñoña. La lengua la debe de tener dislocada de tanto sacarla para hacer burla. Rebelde sin causa aparente y decidida a 'épater le bourgeois', Miley a sus 26 años se apunta a lo que sea con tal de sembrar el escándalo: desnudos, 'twerking', psicodelia, 'pansexualidad'...
Lo más convencional de su biografía reciente fue su boda, de blanco, con el actor Liam Hemsworth, tres años mayor que ella. Se casaron en vísperas de la Nochebuena de 2018, pero ese vínculo ha quedado roto, según ha informado la cantante en un comunicado. «Liam y Miley han acordado separarse. Ambos han decidido que esto es lo mejor mientras se centran en ellos mismos y en sus carreras», ha confirmado un portavoz de Cyrus a la revista 'People'. De su aclaración se desprende que el tipo de matrimonio que tenían el actor y la cantante era tan sumamente absorbente que no les dejaba hacer carrera.
Cyrus definió recientemente su matrimonio como «confuso, complejo y moderno», declaró que el término 'wife' le producía alergia, que seguía sintiéndose atraída por las mujeres y que no se consideraba una esposa convencional. Lo cual no le impidió, dos meses después de la boda, renunciar a su apellido (solo lo mantiene en el plano artístico) y adoptar el de su marido.
La pareja no tiene hijos, pero sí una especie de zoo de mascotas cuya 'guarda y custodia' tendrá ahora que compartir. El cerdito Pig (antes Bubba Sue) pasó a mejor vida hace un mes, dejando desolada a su dueña. También se murió el pez globo Pablow, en cuya memoria Miley se hizo un tatuaje. Al perro Floyd se lo 'merendó' un coyote... Sin embargo, a pesar de las bajas, Cyrus y Hemsworth todavía poseen una extensa prole en común de gatos (Kiki, Lilo, Shanti Om) y perros (Bean, Emu, Happy, Mary Jane...) en todos los tamaños, razas y colores.
Lo curioso es que hasta la fecha su relación había sobrevivido a todo tipo de vaivenes (se conocieron hace diez años, se prometieron, lo dejaron, se reencontraron...) e incluso a una terrible catástrofe, el incendio que destruyó su casa de Malibú justo cuando planeaban celebrar allí su enlace. La boda se trasladó a otro lugar. Igualmente, ha acabado en cenizas.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.