El método del hilo de pegamento: qué es y cómo evitar un posible robo

Esta práctica delictiva tiene un 'modus operandi' bastante sencillo de entender, pero que por su dificultad a la hora de apreciarlo, es realmente peligrosa para los propietarios, sobre todo para aquellos que pasan largas temporadas fuera de casa. Los ladrones ponen finas trazas de pegamento a modo de hilo, o trozos de plástico, uniendo la puerta con su respectivo marco, ese mismo día o jornadas después vuelven a esa misma puerta y saben si la casa está habitada o no, dependiendo si el hilo se ha roto o sigue en perfecto estado.

Suelen colocar el pegamento a primera hora de la mañana, ya que de esta forma pueden hacer un seguimiento diario de la actividad en el hogar. Durante estas primeras horas en cuando suele haber movimiento, por lo que si el hilo no se rompe en varios días queda bastante claro que no hay nadie en casa en ese momento, dando a entender al caco que es un buen sitio para robar.

Los pisos más propensos a sufrir esta práctica en un edificio son los más altos, puesto que es donde menos ajetreo y movimiento puede haber, pudiendo así dedicar el tiempo necesario a colocar el hilo de pegamento.

El verdadero problema radica en que el método del hilo es muy difícil de detectar si no se presta especial atención. Sin embargo, deja rastro, por pequeño que sea, por lo que se puede apreciar y denunciar ante las autoridades.

Hay que mirar si en la puerta o el marco han quedado marcas de pegamento o de plástico antes de abrir la puerta. En caso de que así sea, también se puede observar las puertas de otros vecinos para corroborar que los ladrones han pasado por el edificio. Del mismo modo, al abrir desde dentro también es conveniente realizar una comprobación por si ha quedado algún rastro de rotura de dicho hilo.

En caso de tener alguna sospecha la Policía Nacional es clara: no entrar en la casa, dar el aviso a los agentes y no tocar nada para que sean ellos los que hagan la consiguiente revisión y puedan obtener toda la información sin perder detalles que pueden ser esenciales para la investigación.