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La fascinación que seriales televisivos como 'Juego de Tronos' han provocado por el medievo está siendo una de las mejores palancas de promoción de un nuevo deporte (o aspirante a serlo) que se va consolidando en Europa y asoma lentamente la cabeza en España. Este fin de semana, el castillo de Belmonte (Cuenca) celebra la IV edición de su torneo nacional Combate Medieval, que reunirá a diez equipos españoles.
La cita, que empieza a convertirse en un clásico en el calendario, tiene carácter internacional ya que asistirán dos equipos franceses y el Partisanos de Moscú, que podría pasar por el 'Real Madrid' de la lucha. «Si los países del Este son las grandes potencias, los rusos son los líderes, con miles de practicantes», explica Javier Fitz- James Stuart de Soto, conde de Montalvo, propietario de la fortaleza de Belmonte y gran impulsor en España de estas luchas que han marcado la historia de Europa.
Le ha salido, además, una impagable campaña de promoción. El pasado miércoles, el programa de TVE 'MasterChef Celebrity' reunió a 2,4 millones de espectadores que vieron el concurso celebrado en los salones del castillo conquense. Había que servir la misma cena que selló en 1480 la paz tras la Guerra de Sucesión, poniendo fin a las disputas dinásticas entre Juana la Beltraneja e Isabel I de Castilla.
El que cae, pierde. En las luchas medievales, tanto duelos a dos como colectivos, las armas no tienen filo ni punta, pero son de metal y el contacto es real. Los impactos y choques también. La clave es derribar al oponente.
40 kilos llega a pesar todo el atuendo que viste un luchador. Las vestimentas deben estar homologadas para garantizar la seguridad.
Desde que el conde de Montalvo cambió la banca internacional en la 'City' de Londres por la promoción de su castillo, ha logrado colocarlo entre los grandes escenarios europeos. Recibe cerca de un cuarto de millón de visitas cada año. Este fin de semana, el tirón del programa de cocina ayudará a llenar las gradas, en las que se espera a unas 5.000 personas.
Desde que Belmonte organizó su primera competición, hace cinco años, la cifra de devotos de lanzar mandobles y cruzar escudos y lanzas no ha dejado de crecer. Diez equipos repartidos por toda España reúnen ya a cerca de 200 guerreros.
'Si los perros ladran, es señal de que cabalgamos'. Es el grito de guerra de David Díaz Torrijos y sus ocho hombres del club Bohurt La Mancha, del que es el capitán. Con sede en la localidad toledana de Miguel Esteban, entrenan en el propio castillo de Belmonte. Él no tenía formación alguna en técnicas de combate, pero tras asistir a la primera exhibición hace cinco años, tuvo claro que «quería hacerlo como fuese», aunque su mujer le dijera que estaba loco.
David (32 años) reconoce que al principio pensó que aquellas exhibiciones eran como esos combates de lucha americana en los que todo es teatro y los golpes son ficticios. Empezó de cero, pero pronto descubrió la dureza y complejidad de este deporte. «Te llevas moratones, claro, pero todo está muy controlado. Se aprende luchando, sobre todo contra esos equipos del Este que están a años luz de nosotros. Sabes que te van a dar una paliza. Pero es un orgullo enfrentarse a ellos».
Armas del Este
Introducirse en estas prácticas requiere una forma física completa. La mayoría de los aficionados se machacan en el gimnasio a base de pesas y 'crossfit'. Además, tienen que cargar con un atuendo que pesa de media 30 kilos, aunque puede llegar a 40 en función de la complexión. Todo el ajuar guerrero de los clubes españoles llega de los países del Este. «Les compramos todo. Son los mejores armeros», insiste Díaz Torrijos.
La consolidación de una liga europea incluye normas estrictas que van progresivamente regularizando los combates. «Hay un control muy estricto de las armas –confirma el conde de Montalvo–. Se exige el máximo rigor histórico en las piezas, lo que redunda en más seguridad para los practicantes». Cinco árbitros confirman el respeto caballeresco de la lid. Y dos ambulancias con UVI móvil se asegurarán este fin de semana en Belmonte de atender cualquier lesión.
david, luchador
En la competición, enmarcada en la liga europea, habrá duelos en las cuatro modalidades reconocidas: espada y escudo; espada y broquel; mano y media, y armas de asta. Los cruces serán de dos contra dos, cinco contra cinco, doce contra doce e incluso habrá una gran melé con todos los contendientes en liza. «Ya tenemos ganas de luchar. Además, cuando acabas sueltas tanta adrenalina que no te quedan ganas de molestar a nadie», confiesa David Díaz.
A pesar de que España es tierra de castillos, muy pocos tienen infraestructura para acoger, no ya una competición de este tipo, sino un simple lugar en el que entrenar. Javier Fitz-James Stuart confirma que Belmonte volverá a ser sede en abril de 2020 de una competición mundial. «Esperamos a 700 luchadores mundiales, incluidos chinos y japoneses». También llegarán americanos, fascinados por la épica de estas luchas que tantas veces han plasmado desde Hollywood. Y más desde que Anthony Mann trajo a Charlton Heston para rodar 'El Cid' (1960) precisamente ante las murallas de Belmonte.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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