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'Kate y Maggie Fox. las médiums de Rochester' (1852), daguerrotipo de Thomas Martin Easterly. sociedad histórica de misuri

La magia de los espíritus

Hablar con el más allá. El Museo Peabody Essex de Massachusetts, el más antiguo de Estados Unidos, examina la fascinación por la comunicación con los muertos

Sábado, 25 de enero 2025, 00:03

«¿Cree que los espíritus vuelven? Le invitamos a entrar y suspender su incredulidad, aunque sea momentáneamente. Adéntrese con nosotros en esta historia de misterios. ¡Le esperan maravillas!», se promete al comienzo de la exposición 'Conjuring the spirit world' (Invocando al mundo de los espíritus). ... El Museo Peabody Essex (PEM) de Salem (Massachusetts), el más antiguo de Estados Unidos, acoge una muestra que explora la fascinación por lo sobrenatural a través de 185 piezas y que, a partir del 15 de marzo, podrá visitarse en el Museo Ringling de Sarasota (Florida). Hay fotos de fantasmas, libros de espiritismo, carteles de espectáculos de ilusionismo, cuadros, vídeos y artilugios utilizados por médiums y magos desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX para simular la comunicación con los muertos.

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El espiritismo moderno nació en la primavera de 1848 en una cabaña de Hydesville, una aldea del estado de Nueva York. Vivían en ella el herrero John David Fox, su esposa Margaret y sus hijas Kate y Maggie, de once y catorce años, respectivamente. La mujer no había pegado ojo en dos noches por unos golpes de origen desconocido. Creía que la casa estaba encantada. Al repetirse los ruidos en la noche del 31 de marzo al 1 de abril, se levantó de la cama y se acercó a la de sus hijas, que dormían en la misma habitación y estaban despiertas.

Las niñas le contaron que los chasquidos los hacía una entidad invisible a la que pidieron que diera el mismo número de golpes que ellas de palmadas. Lo hizo varias veces. Kate dijo entonces: «¡Oh, mamá! Se lo que está pasando. Mañana es el Día de los Inocentes y alguien intenta tomarnos el pelo!». (El 1 de abril es en Estados Unidos el equivalente a nuestro 28 de diciembre). Margaret ignoró la advertencia y preguntó al ser las edades de sus hijas. Sonó el número de golpes correcto. Cada vez más asustada, preguntó a su interlocutor si era humano. Silencio. «¿Eres un espíritu? Si lo eres, da dos golpes». Sonaron dos.

La cabaña de los Fox se llenó aquella noche de vecinos que preguntaron cosas al espíritu, incluido un hermano mayor de las niñas que vivía en una granja cercana. Él ideó días después el primer sistema de comunicación con los muertos: recitaba el alfabeto y pedía al espíritu que indicara con un chasquido la letra elegida. Aunque lento, era un método más práctico que el de dos golpes para el 'sí' y uno para el 'no' improvisado por su madre, que limitaba mucho las preguntas. Las niñas se mudaron a casa de su hermana mayor Ann Leah, en Rochester, y allí despegó su carrera.

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El museo de Salem exhibe una foto de Kate y Maggie ya adultas. Al final de sus vidas, confesaron que todo había sido una broma a su miedosa madre que se les fue de las manos. Hacían los ruidos con los dedos de los pies y o conocían de antemano la información que transmitían o daban respuestas genéricas que satisfacen a cualquiera. En 1850, ganaban hasta 150 dólares por noche y eso animó a los imitadores. Según los médiums se multiplicaron, entraron en escena los magos.

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