Una de cada dos hectáreas quemadas en la UE es española

Aunque los datos oficiales todavía no lo certifican, debido al retraso en las notificaciones administrativas de daños, las llamas, a lomos de una ola de calor sin precedentes, han devastado este verano en España más de 200.000 hectáreas.

Para poder valorar la dimensión real del desastre medioambiental, social y económico basta un dato aportado por el sistema de satélites científicos Copernicus, que se define a sí mismo como «los ojos de Europa sobre la Tierra». La superficie forestal destruida por las llamas este año en España representa el 45% de los bosques y montes calcinados en toda la Unión Europea (UE) en los mismos siete meses y medio. En otras palabras, y de forma más visual, la cifra se puede resumir en que de cada dos hectáreas arrasadas por el fuego en los 27 socios continentales una está en suelo español.

Según la imágenes aéreas que cada día analiza Copernicus, el fuego ha consumido en este país en lo que va de año 283.169 hectáreas, casi cinco veces el tamaño de Madrid. Es con muchísima diferencia el Estado más castigado por el fuego, que habría quemado en toda la UE algo más de 628.000 hectáreas. El segundo socio con más superficie devastada por las llamas es Rumanía, a mucha distancia, con 150.735 hectáreas, poco más de la mitad que España. Les seguirían, aún más lejos todavía, Portugal, Francia e Italia, con entre 86.000 y 42.000 hectáreas calcinadas.

No obstante, el socio que más superficie forestal ha perdido este verano respecto a la dimensión de su territorio es Portugal, donde ha ardido en siete meses casi el 1% del país. Justo por detrás y en un triple empate están España, Rumanía y Croacia, donde los incendios redujeron a cenizas el 0,6% de su superficie.

Al verano le queda aún mes y medio según el calendario y en España nada parece indicar que los desastres forestales vayan a tocar a su fin. Ejemplo de ello son las comarcas castellonenses y valencianas acorraladas por fuego iniciado el lunes por un rayo en Bejís. Podría ser ya el tercer incendio más grande del año, tras los de Losacio y sierra de la Culebra, pues las últimas estimaciones indican que habría calcinado 16.000 hectáreas.

Las lluvias de la tarde y noche del miércoles al jueves en la zona (hasta 20 litros por m2) lograron frenar un fuego que llevaba tres días desbocado, pero lo vientos del mediodía de este jueves lo avivaron en la vertiente valenciana de la sierra. El resultado fueron otros dos pueblos confinados para evitar intoxicaciones por humo (Alcublas y Andilla) y tres pedanías (Artaj, la Pobleta y Oset) evacuadas, que se suman a casi 2.000 vecinos de cuatro pueblos (Bejís, Sacañet, Teresa y Torás) que siguen sin poder regresar a las casas que dejaron a la carrera.

También las lluvias y el granizo, en este caso aún más abundantes, sí que permitieron sofocar en la comarca alicantina de la Marina Alta el otro gran incendio, de 12.000 hectáreas, que no había podido ser frenado en cinco días, el de Vall d'Ebo. Las autoridades permitieron regresar a sus casas a unos 1.500 vecinos de nueve poblaciones.