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Los jóvenes españoles son en la actualidad la generación que más tolera y justifica la violencia contra la pareja o expareja. Entre los chicos de 16 a 21 años proliferan de forma preocupante comportamientos y actitudes machistas copiados o inspirados por muchos de los contenidos ... que consumen en internet y las redes sociales, como el porno, o por la música con letras y parafernalia sexista que escuchan. Así lo concluye la radiografía anual sobre el estado de la violencia de género en España realizada por Fundación Mutua y Antena 3, trabajo para el que se entrevistó a 6.000 españoles de todos las edades y autonomías.
El estudio deja pocas dudas sobre la involución machista de una parte relevante de los jóvenes españoles, en especial de los adolescentes. Los expertos preguntaron a los entrevistados si consideran o no violencia de género once comportamientos que claramente lo son. Los varones de 16 a 21 años fueron, con mucha diferencia, quienes en mayor porcentaje no ve nada que reprochar en esas actuaciones. De hecho, le parecieron admisibles los ataques y vejaciones machistas al doble de jóvenes que al resto de las franjas de edad. Y, lo que es aún es más preocupante, el mayor porcentaje de insensibles con la violencia de género está entre los adolescentes de 16 a 18 años.
Un tercio de estos jóvenes considera perfectamente normal controlar el móvil, las redes sociales o la forma de vestir de su novia, entre el 20% y el 25% de estos chicos no ve nada reprochable en insultar, amenazar, zarandear o golpear a su pareja cuando discuten y hasta el 15% opina que no es violencia de género obligar a su novia a tener relaciones sexuales. Entre el 40% y el 50% de ellos también considera tolerable controlar los gastos de su pareja, ponerle objeciones a que estudie o trabaje o controlar sus horarios. Después de estas respuestas, extraña bastante menos que el 30% vea lícito prohibirle ver a familiares o amigos o que más de una tercio no suela condenar las bromas machistas.
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En coherencia con todo lo anterior, los chicos de 16 a 21 años son también los más reacios a observar un aumento de casos de violencia de género en España en los últimos años. Algo que defiende el 48% de las mujeres, el 41% de los varones, pero solo el 33% de los jóvenes. Lo mismo ocurre cuando se les interroga por si consideran la violencia machista algo muy grave. Así lo piensa el 89% de las mujeres, pero solo el 66% de los españoles de 16 a 18 años. Es decir un tercio de los adolescentes no ve en estos ataques o vejaciones algo grave o inaceptable.
Cuándo se pregunta a los españoles cómo explican la mayor permisividad hacia la violencia de género que se detecta entre los jóvenes las respuestas mayoritarias son dos, que además se complementan. Casi uno de cada seis lo achaca al fácil y precoz acceso de los menores a contenidos sexuales, como la pornografía, que creen que distorsionan la realidad de pareja y la mitad lo atribuye, de forma más genérica, a los mensajes que reciben a través de las redes sociales y de internet.
Nueve de cada diez ciudadanos piensan que esta inmersión digital alimenta actitudes machistas, el 85% indica que los dispositivos electrónicos se han convertido en herramientas para controlar, coaccionar y amenazar a las víctimas y hasta siete de cada diez atribuyen un fuerte peso en esta involución a las letras, valores y escenografía sexistas que trasmiten determinados tipos de música juvenil, en referencia a las llamadas nuevas músicas urbanas, que creen que «contribuyen a consolidar actitudes machistas y a estigmatizar a las mujeres».
A la vista del problema, la gran mayoría es partidaria de imponer pasaporte digital (control de edad efectivo), de que se instale el control parental por defecto en móviles y ordenadores, de que se incluyan contenidos de formación obligados en los institutos, de limitar el tiempo diario de navegación en las redes sociales y de retrasar el acceso al móvil de los niños.
El estudio también confirma otro dato en el que la policía insiste continuamente. Que aunque los familiares, allegados o compañeros de trabajo prácticamente nunca denuncian casos de maltrato la mayoría los conoce. La mitad de los españoles saben de casos de violencia de género en su entorno, el 56% si solo se tiene en cuenta a las mujeres. De hecho, el 48% de la población observa más malos tratos que hace cuatro años. El 76% asegura que llamaría a la policía si tiene noticia de algún episodio, aunque la estadística prueba que luego no lo hace. Las denuncias puestas por el entorno de la víctima no llegan ni al 2%.
El dato más positivo que incluye el trabajo es que cada vez son más los españoles a los que la violencia machista les parece algo «inaceptable». Así lo asegura un 67% de los preguntados, cuatro puntos más que en 2020, con una clara distancia por sexos. Las mujeres que así piensan son el 70%, por el 63% de los hombres.
Las medidas de protección más conocidas por la población son las órdenes de alejamiento, el teléfono de ayuda 016 y el apoyo psicológico gratuito a las víctimas. Como soluciones más respaldadas en la lucha contra esta lacra se citan la necesidad de castigos más duros a los maltratadores, educar para la igualdad, mejorar la prevención y la detección precoz y reforzar las ayudas para las víctimas.
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