Tres jóvenes con gorritos de Papa Noel se zambullen en la orilla de una playa valenciana las pasadas Navidades. R. C.

El invierno termina con una sequía de larga duración

Las precipitaciones, ligeramente por encima de lo normal, no alivian la situación de las cuencas y la Aemet pronostica otra primavera más cálida de lo habitual, y con menos lluvias en la vertiente mediterránea

J. M.

Viernes, 17 de marzo 2023, 12:53

El invierno que despedimos este próximo lunes ha sido cálido y húmedo, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha concretado que ha sido el décimo invierno más cálido desde el inicio de la serie en 1961 y el quinto de este siglo. Es, ... además, la primera vez que cinco inviernos consecutivos son catalogados como cálidos o muy cálidos.

Publicidad

A pesar de que ha sido un invierno algo más húmedo de lo normal, las lluvias no han logrado paliar la situación de sequía meteorológica en la que entramos hace más de un año, en enero de 2022. Y no parece que las cosas vayan a mejorar esta primavera, con temperaturas en su promedio o más cálidas de lo normal en el este peninsular y en ambos archipiélagos, y precipitaciones en sus registros habituales, salvo en la vertiente mediterránea, donde la previsión es que llueva menos.

Calor en diciembre

Así las cosas, el invierno tuvo carácter en general cálido, muy influenciado por diciembre, que fue el más cálido de la serie histórica. Enero, en cambio, fue normal en cuanto a temperaturas y febrero tuvo unas temperaturas ligeramente por debajo de la media, más acusado en los valores nocturnos, pero también con carácter normal.

Gráfico con las anomalías de temperatura que ha habido en invierno a lo largo de la serie histórica, desde 1961. Aemet

Fue un invierno muy cálido en el tercio sur de la Península, cálido en el centro y noroeste, y normal en el Cantábrico, el valle del Ebro y la Comunitat Valenciana. En Baleares fue cálido, mientras que en Canarias tuvo un carácter cálido o normal en las zonas bajas y frío en las zonas de mayor altitud.

Publicidad

En cuanto a las precipitaciones, el invierno fue en su conjunto húmedo, con un valor de precipitación media sobre España peninsular de 194,5 litros por metro cuadrado, valor que representa el 103 % del valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020. El mes de diciembre fue muy húmedo, enero tuvo un carácter normal, mientras que febrero fue muy seco en el conjunto del país.

El invierno tuvo carácter entre normal y húmedo en prácticamente toda la Península, aunque en amplias zonas del levante resultó seco. En el archipiélago balear el invierno fue húmedo, sobre todo gracias al temporal de finales de febrero asociado a la borrasca Juliette. Respecto al archipiélago canario, fue entre normal y seco en las islas orientales y predominantemente húmedo en las occidentales.

Publicidad

Más de un año de sequía

Más allá del carácter ligeramente húmedo del invierno, al analizar las precipitaciones registradas durante los doce meses previos a marzo de 2023 se concluye que la España peninsular en su conjunto continúa en una situación de sequía meteorológica en la que entró hace más de un año, en enero de 2022.

Aunque con las precipitaciones del invierno se alivió en parte la situación, todas las cuencas de acumulación, excepto las del Tajo, Júcar y Segura, se encontraban a finales de febrero de 2023 en situación de sequía meteorológica a doce meses. Si se amplía el análisis de las precipitaciones a los treinta y seis meses previos, el resultado es que España entró en una sequía de larga duración a finales de 2022, y continuaba en esta situación a comienzos de este mes de marzo. Las cuencas más afectadas por la sequía de larga duración son las del Guadalquivir, Sur y Pirineooriental.

Publicidad

La predicción para el trimestre abril-mayo-junio de 2023 en España indica que, en la mayor parte de la Península, las temperaturas se encontrarán en torno al promedio normal o serán más cálidas de lo normal. El carácter cálido será más probable en el este peninsular y en ambos archipiélagos. En cuanto a las precipitaciones, el escenario más probable es el de una primavera con precipitaciones en torno al promedio normal, aunque podría tener un carácter más lluvioso de lo normal en la vertiente atlántica (es decir, buena parte del oeste y zona central de la Península) y más seco de lo normal en la vertiente mediterránea y Baleares.

Verano e incendios

Las primeras predicciones disponibles para el verano de 2023 apuntan como escenario más probable el de unas temperaturas, de nuevo, superiores al promedio normal. Un verano, por lo tanto, en el que los índices de riesgo de incendios podrían alcanzar valores muy altos como consecuencia de las altas temperaturas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad