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El origen del movimiento 'thucista' al que se han acogido las quince monjas de Orduña que han declarado su cisma con la Iglesia católica tiene su origen en el obispo vietnamita Pierre Martin Ngô Đình Thục, que no solo se reveló contra el Vaticano, sino ... que ordenó prelados con una temeridad que hizo que se dudase de su salud mental. En este sentido, las religiosas de Orduña reconocen la autoridad de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, un 'thucista' confeso, ultra y tradicionalista. Y excomulgado por la propia Iglesia.
Entre los 'thucistas' más conocidos, y que tuvieron relación con el polémico personaje asiático, hay individuos esperpénticos como puede ser el Papa Clemente y su Palmar de Troya, pero también surgieron derivadas que terminaron en sectas vinculadas con suicidios colectivos como la Orden del Templo Solar. Y también supuestos exorcistas norteamericanos, informa El Correo.
La figura de Ngô Dình Thục no puede ser más laberíntica. Era hermano de Ngô Dình Diệm, el dictador títere de Vietnam que participó en los inicios de la guerra de Vietnam. El presidente fue asesinado en 1963 por los propios militares vietnamitas proamericanos, cansados de su corrupción y sus desmanes. El obispo Thuc, la principal autoridad católica del país, había visto cómo su hermano prohibía las banderas budistas y obligaba a ondear la enseña del Vaticano para homenajearle. Su cuñada, Tran le Xuan, la primera dama del país y apodada 'Lady Dragon', pronunció una frase terrible cuando los monjes budistas comenzaron a quemarse a lo bonzo para protestar por la persecución a la que estaban siendo sometidos. «Si los budistas quieren barbacoas, les daremos la gasolina y las cerillas».
El obispo Thuc se salvó de la represión contra su familia porque se había trasladado a Roma para participar en el Concilio Vaticano II. Según sus máximos detractores, no se opuso al cónclave durante su celebración; fue más tarde cuando se convirtió en uno de sus críticos. El religioso, en ese sentido, rechazaba cualquier apertura de la Iglesia y formó parte de los sectores que querían que la misa se diera en latín y con el sacerdote de espaldas a los fieles.
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Ese era solo el gesto final de un movimiento tradicionalista, retrógado y vinculado al anticomunismo más radical de los años de la Guerra Fría, tenebroso incluso para los más extremistas. Sus postulados les llevaron a una marginalidad del discurso que les hizo acercarse a algunos personajes que ocultaban con su disidencia problemas patológicos.
Thuc entró en contacto con Marcel Lefebvre, un religioso ultraconservador que protagonizó en los 70 y 80 un enfrentamiento con el Vaticano. Entre los obispos que ordenó Lefebvre, se encuentra Richard Williamson, un negacionista del Holocausto, antisemita y conspiracionista. En 1988 fue excomulgado aunque el Papa Benedicto XVI le reintegró a la Iglesia. Thuc, por su parte, confirmó como obispo a Clemente Domínguez Gómez, nacido en Écija y alias 'La voltio'. Esta figura creó el Palmar de Troya y también se opuso al Concilio Vaticano II, aunque, según relataba, lo hizo por orden de la Virgen, que se le aparecía.
Thuc le bendijo en 1976 y ese mismo año se quedó ciego tras sufrir un accidente de tráfico en la carretera Bilbao-Behobia. Este hombre, que consideraba que el Vaticano estaba repleto de comunistas y masones, comenzó a nombrar sus propios sacerdotes. Fue acusado de abusar de algunos de ellos, por lo que tuvo que pedir perdón.
Pero el obispo Thuc también nombró obispo a Michel-Louis Guérard des Lauriers, un dominico francés que también impondría la púrpura a Robert Fidelis McKenna, otro ultra que consideraba que el Vaticano estaba vacante -no había ningún Papa legítimo tras el Concilio Vaticano II-, por lo que se declaraba sedevacantista, una rama disidente de la Iglesia. Pero McKenna se hizo famoso en Estados Unidos por sus exorcismos y sus historias sobre la lucha contra poseídos y casas encantadas. Temas de posesiones como 'el caso Warren', en el que él se convirtió en portavoz de supuestos exorcismo, han sido llevados al cine.
Pero el 'thucista' más oscuro es Jean Laborie. Este francés descubrió la religión en su cuarentena y en un primer momento se unió a un movimiento céltico. El obispo Thuc le consagró en 1977 y comenzó a ejercer como líder de una serie de creencias que mezclaban todo tipo de ideas, desde el 'new age' al catolicismo. En los años 80, Laborie nombró obispo a Luc Jouret, un excomunista vinculado a la medicina natural que acabaría creando la 'Orden del Templo Solar'. Este grupo que creía en los templarios y en teorías mágicas de todo tipo fue el responsable de la muerte de 77 personas en asesinatos rituales y suicidios masivos durante 1994. Jouret se quitó la vida en uno de esos rituales.
El obispo vietnamita, excomulgado desde que había nombrado obispo al responsable del Palmar de Troya, murió en 1984 en Estados Unidos. Según sus detractores, su estado mental no era muy estable y lo mismo pedía perdón al Vaticano que nombraba nuevos obispos para defender su visión de la religión.
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