Hallan muerta a una mujer con signos de violencia en Zamora

La denuncia por la desaparición de Leticia Rosino, de 33 años, la interpuso una hermana de la joven sobre las seis de la tarde de ayer, tras no localizarla. La mujer salió a pasear a primera hora de la tarde como solía hacer a diario pero no regresó y tampoco respondía al móvil. Sin embargo, otras fuentes dicen que fue el anochecer cuando su novio y su suegra decidieron llamar a la Guardia Civil, porque «ella nunca desconectaba el teléfono», por lo que se organizó una búsqueda por los alrededores del pueblo, donde fue hallado el cadáver, que presentaba golpes «muy significativos y violentos» tanto en la cara como en el cráneo, en un terraplén de difícil acceso, según desvela La Opinión de Zamora.

Tres patrullas de la Benemérita, la unidad canina y un improvisado grupo de familiares y vecinos decidieron salir a buscarla tras realizar una llamada a través de las redes sociales. Sobre la una de la madrugada, uno de los integrantes del dispositivo de búsqueda halló rastros de sangre junto a una torre de telecomunicaciones frente a la fábrica Proláctea. El cuerpo sin vida apareció en las inmediaciones de la planta de transferencia de residuos sólidos urbanos, en una zona de barranco próxima al río Esla. La Guardia Civil investiga a un sospechoso por la muerte de la joven residente en Castrogonzalo, una pequeña localidad de unos quinientos habitantes a unos 10 kilómetros de Benavente (Zamora).

Leticia, trabajadora química en Lácteas Cobreros, era natural de Tábara pero vivía en Castrogonzalo desde junio pasado en una casa cedida por la familia de su novio, con quien vivía.