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Grecia limita el gasto en efectivo

Grecia limita el gasto en efectivo

El país heleno multará a partir de 2020 a quienes abonen en metálico más del 70% de sus facturas. SuGobierno busca extender los pagos digitales para frenar el fraude fiscal

javier guillenea

Martes, 17 de diciembre 2019, 10:42

Una de las muchas trampas que la  vida ha puesto en nuestro camino para hacernos perder la paciencia es la de una persona, generalmente mayor, que hurga entre la calderilla de su monedero para pagar en el supermercado. Si lo que ha comprado vale 22,37 euros, por ejemplo, no parará hasta encontrar esas dos monedas de un céntimo que reposan en el fondo de la cartera. Da igual el tiempo que se tarde o la cola monumental que se forme a sus espaldas. Por algún motivo desconocido, lo único importante en ese momento es pagar con el dinero justo.

Esos entrañables instantes, que nos hacen preguntarnos por qué diablos nos ponemos siempre en la fila más lenta, tienen los días contados en todo el mundo. El dinero contante y sonante, el 'cash', como lo llaman ahora, está en franca regresión. Lo que se impone y se impondrá es el pago digital con tarjetas o móviles.

La ola no está llegando al mismo tiempo en todos los lugares. En España, el pago en metálico sigue siendo el método preferido para la mayoría de los ciudadanos. En 2018, un 87% de las compras se realizaban con billetes o monedas, muy lejos de Suecia (20%) o Corea del Sur (14%). En el conjunto de los países nórdicos, el 75% de las transacciones son ya electrónicas. Con independencia de la velocidad, es cuestión de tiempo que este sistema acabe por adueñarse de nuestras vidas.

Papel o plástico

  • Suances no lo vio claro. En octubre de 2017, los vecinos del municipio cántabro de Suances iniciaron la experiencia de vivir durante un mes sin dinero en efectivo y realizar todas sus transacciones habituales con el uso de las nuevas tecnologías. La experiencia fue un fracaso porque, pasado el primer momento de curiosidad, la mayor parte de los habitantes volvieron a pagar al contado.

  • 50 euros es el dinero que llevan de media los españoles en la cartera. Esta cifra es mayor en el caso de los alemanes (103 euros) pero menor en el de los portugueses (29) y franceses (32). Los pagos más frecuentes al contado se realizan en bares y cafeterías y en tiendas pequeñas o de barrio.

En Grecia, que no destacaba precisamente por la querencia de sus habitantes a utilizar el dinero digital, ha llegado la hora de dar el gran paso. En su empeño por luchar contra la evasión fiscal, el Gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis impondrá a partir de 2020 una multa a todos los ciudadanos que realicen más del 70% de sus gastos con dinero efectivo. Para saber quién cumple con la ley, los griegos deberán aportar anualmente recibos en los que se muestre que al menos un 30% de sus ingresos ha ido a parar a pagos digitales.

De lo contrario, tendrán que abonar una multa de un 22%extra sobre la diferencia de lo que falta por ejecutar. Con esta drástica medida, el nuevo Gabinete pretende hacer frente a la economía sumergida, un mal endémico en el país. Con la extensión del dinero digital, la Hacienda helena espera controlar las cuentas de sus sufridos ciudadanos para borrar en ellos la humana tentación de defraudar al fisco y, de paso, recaudar cada año 500 millones de euros. Esta iniciativa, de la que están exentos los mayores de 70 años, se une a la decisión, aprobada hace un año, de reducir el pago en efectivo máximo por producto de 500 a 300 euros.

Cambio inevitable

La decadencia de las monedas y billetes ha comenzado. En 2016, el Banco CentralEuropeo decidió poner fin a la distribución de los de 500 euros, que solo servían para facilitar la existencia a los blanqueadores de dinero. Los de 100 y 200 parece que van a ser los próximos y a las monedas de 1 y 2 céntimos, esas que nadie coge cuando caen al suelo, tampoco les espera un futuro muy brillante.

No está lejos la primera generación de jóvenes que crecerá sin saber contar la calderilla de un monedero. Dinamarca inició en 2016 su camino hacia una sociedad sin efectivo eliminando el 'cash' de tiendas de ropa, restaurantes y gasolineras. El plazo que se ha dado su Gobierno para desterrar las monedas y los billetes vence en 2030. En Suecia, donde el pago con medios digitales está generalizado, muchas sucursales bancarias no aceptan dinero en efectivo. En 2018, el vicegobernador del Banco Central de Noruega, Jon Nicolaisen, afirmó que el nivel de transacciones en efectivo en el país escandinavo es tan bajo que puede considerarse que es una nación sin dinero en metálico. En los países en vías de desarrollo las aplicaciones que permiten pagar con el móvil se han extendido a una gran velocidad. En estos lugares, donde el acceso a los servicios bancarios es muy difícil, el dinero digital es la solución perfecta para hacer transacciones.

«El pago digital impide la evasión fiscal baja en tabernas y cafés»

Kyriakos Mitsotakis Presidente

Todo parecen ventajas frente al dinero tradicional, pero también hay inconvenientes. Generalizar el pago digital supone dejar una huella indeleble de nuestro paso por la vida en forma de un mapa de nuestras actividades económicas. Todo lo que compremos, los sitios que visitemos e incluso nuestros horarios quedarán registrados en alguna parte sin que tengamos garantía de que esa información vaya a ser utilizada por entidades privadas o la misma Administración para fines comerciales o políticos.

Hay otras incógnitas, como lo que puede ocurrir si, por algún casual, un supermercado se queda sin Internet o se le va la luz por una avería. Sin dinero en efectivo, ¿cómo se harán los pagos? ¿Habrá que esperar durante horas a que el problema se solucione? ¿Habrá que guardar cola mientras vemos al de la calderilla en el monedero pagar sus 22,37 euros y salir a la calle ajeno a los avances de la vida digital?

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