La DGT explica los factores que más influyen en la tasa de alcoholemia

La tasa de alcoholemia puede variar mucho, ya que en ella influyen muchos factores. Por ello, es fácil que el alcohol haga efecto a pesar de que conozcamos nuestro límite. Lo mejor, como recuerda la DGT, es no beber si vamos a conducir. Si lo hacemos, debemos saber que el alcohol se absorbe en el aparato digestivo, al menos un 20-25%. La mayor parte la absorbe el intestino delgado, desde donde pasa a la sangre. Un proceso que toma entre 30 y 90 minutos.

Pero la velocidad de absorción puede variar ligeramente por los alimentos, ya que su presencia en el estómago retrasa su absorción. También el tipo de bebida, pues las destiladas y aquellas mezcladas con bebidas gaseosas se absorben antes. Afecta también el tiempo transcurrido, pues al principio se absorbe más rápido. La tolerancia también juega su papel, especialmente en los bebedores crónicos, que absorben más rápido el alcohol que los abstemios.

La DGT explica que existen una serie de factores que también influyen en la tasa de alcoholemia. Como cabría esperar, la cantidad de alcohol ingerida, así como el tipo de bebida. Recordemos que las bebidas destiladas y las mezcladas con bebidas gaseosas son las que más afectan. Otra de las actitudes que afectan a la tasa de alcoholemia es la rapidez con la que bebemos. Cuanto más rápido, a más velocidad se absorberá.

La edad y la experiencia en la conducción también son otros factores a tener en cuenta. En concreto, afecta más a las personas menores de 18 y a los mayores de 65. Por su parte, los conductores menos experimentados también serán más sensibles a los efectos del alcohol, ya que no tienen automatizados los movimientos al volante. El sexo también es otro de los factores, ya que, según explica la DGT, afecta más a las mujeres. También ocurre lo mismo con las personas delgadas, quienes pueden obtener una mayor tasa.

La hora del día también cumple su función. Cuando dormimos la eliminación del alcohol es más lenta, lo que puede derivar en una alcoholemia positiva por la mañana. Además, otros factores se relacionan de forma más directa con la persona, como son las circunstancias personales. Aquí encontramos la fatiga, la somnolencia, la ansiedad, el estrés u otras circunstancias. En todo caso, como siempre incide la DGT. El mejor seguro es no beber alcohol.

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