Los vídeos que demuestran que la euforia argentina se fue de las manos

La expedición, capitaneada por Leo Messi, tenía previsto recorrer las calles de la ciudad en un autobús descapotable, pero finalmente tuvieron que ser evacuados en helicópteros, tras seis horas de desfile. El vehículo quedó atrapado entre la multitud y tuvo que ser desviado al helipuerto para finalizar el recorrido por el aire. La locura argentina se saldó con numerosos heridos, denuncias y rescates de las alturas; pero aún no se conocen las cifras exactas.

La ilusión por conseguir una visión privilegiada llevó a los aficionados a subirse en semáforos, marquesinas de autobús e, incluso, a lo más alto del obelisco -a 67 metros de altura-.

Los más 'valientes' fueron dos jóvenes que se tiraron desde un puente cuando pasaba el autobús de la selección: uno de ellos cayó encima de los futbolistas y consiguió cumplir su sueño de tocar a Messi, pero fue arrestado durante tres días. El segundo corrió peor suerte y fue a parar en el asfalto, sufriendo traumatismos.

Las dos imágenes que representan el sentimiento del país y la pasión que tienen hacia este deporte fueron una de un hombre siendo trasladado al hospital en camilla, mientras cantaba y alzaba su puño. Y la segunda de otro aficionado subido a lo alto del obelisco, con las piernas colgando y ondeando una bandera de Argentina.

Buenos Aires fue una auténtica fiesta en la llegada de la selección albiceleste, pero como todo evento en el que se congregan millones de personas, tuvo incidentes desagradables que empañaron la celebración. Los últimos datos del Gobierno de Alberto Fernández apuntan a que los servicios médicos de emergencia tuvieron que dar asistencia al menos a 31 personas, la mayoría con politraumatismos. De ellos, unos 16 heridos fueron trasladados a los diferentes hospitales de la ciudad.

Los incidentes comenzaron cuando la Policía intentó desalojar a los aficionados de las inmediaciones del obelisco, para permitir al cuerpo de bomberos que rescatasen a la persona que se había alzado en la cima del monumento. Los fanáticos reaccionaron golpeando a las fuerzas de seguridad con piedras y botellas, a lo que éstos se defendieron con disparos de munición de estruendo y balas de goma. Se calcula que hubo unos veinte detenidos y otros tantos heridos, pero los datos no son oficiales. Además, al concluir la celebración en la Plaza de la República, se llevaron a cabo actos de saqueo.