Estas son las enfermedades con las que no puedes trabajar
La incapacidad permanente y su correspondiente prestación se asigna a aquellos trabajadores que ven imposibilitada su actividad laboral por diversas dolencias
La Seguridad Social define la incapacidad permanente para los trabajadores que presentes lesines o incapacidades que anlen o disminuyan su capacidad una vez que hayan pasado por un tratamiento prescrito por un médico y ha sido dado de alta. De la misma manera, dispone que esas personas pueden acogerse a la prestación correspondiente llamada pensión de incapacidad.
La Seguridad Social es el organismo que en España otorga el derecho de recibir una pensión de incapacidad permanente según una serie de criterios aunque no existe un listado oficial de enfermedades con las que se pueda acceder a la prestación.
La incapacidad permanente puede ser : parcial, total, absoluta o gran invalidez.
Un tribunal médico de la Seguridad Social es quién decide de manera particular en cada caso aunque existen enfermedades que son propensas a que se reconozca la incapacidad. Este es el procedimiento ya que no es la dolencia en si la que provoca la incapacidad si no el cómo afecta al individuo a la hora de realizar su trabajo.
Es decir, puede darse la situación en que una misma enfermedad de lugar a una incapacidad permanente en una persona y otra con la misma patología no obtenga dicho reconocimiento.
A pesar de todo, 'Campmany Abogados', especialistas en incapacidad y derecho laboral, han elaborado una lista de más de 80 enfermedades que si son propensas a que se reconozcan.
Entre estas patologías se encuentra diferentes dolencias psiquiátricas, traumatología, neurología o reumatología: trastorno bipolar, trastorno de estrés postraumático, trastorno de limite de personalidad o trastorno obsesivo compulsivo.
Otras posibles enfermedades como el alzheimer, agorafobia, alcoholismo, apnea del sueño, arterioesclerosis, artrosis, asma, arteriopatía periférica, artritis reumatoide, artritis psoriásica, patologías de caderas, diferentes tipos de cáncer, cardiopatías, colitis ulcerosa, demencia, depresión, dermatitis, desprendimiento de retina, sensibilidad química, uveítis, taquicardias., tetralogía de Fallot, trasplante de riñón y traumatismo craneoencefálico pueden estar. La enfermedad de Behçet, enfermedad de Crohn, enfermedad de Perthes, epilepsia, enfermedad pulmonar, EPOC, esclerosis múltiple, esquizofrenia, espondilitis anquilosante, fatiga crónica, fibromialgia y fibrilación auricular también se suelen encontrar en la lista.
Forman parte de este grupo otras patologías como glaucoma, gonartrosis, hernia cervical, hipoacusia, hipertensión pulmonar, del hombro, ictus, insuficiencia renal crónica, infarto de miocardio o insuficiencia mitral.
Seguimos con ludopatía, lumbalgia, lupus eritematoso sistémico, miastenia gravis, migraña, neuropatía, neuropatía óptica, obesidad mórbida, pancreatitis, Parkinson, patologías de pies, patologías de manos, pérdida de visión y sarcoidosis.
Algunos síndromes también pueden entrar dentro de patologías con las que se concede la incapacidad permanente: síndrome de Arnold Chiari, de Burnout, de cola de caballo, de Lambert-Eaton, de Meniere, de Postpolio y de Síndrome de Wolff-Parkinson-White.
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