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A estas alturas, prácticamente todos llevamos como mínimo un pinchazo en el brazo. Quien más quien menos, la mayoría hemos tendido a hacer lo mismo un día después de recibir la vacuna, y no porque fuera verdad aquello del microchip. El primer gesto nada más ... despertarse era alzar el brazo para notar ese famoso dolor en la zona del pinchazo. En definitiva, para comprobar si era verdad todo eso de los efectos secundarios. Desde los más comunes a los más extraños, todos son recogidos por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, que los recopila periódicamente en un informe.
Entre los efectos adversos más comunes encontramos los que se relacionan con los dolores de cabeza, que suponen casi el 50% de los notificados. Según la base de datos de FEDRA (Farmacovigilancia Española Datos de las Sospechas de Reacciones Adversas), hasta el 6 de marzo se han registrado 64.427 notificaciones de acontecimientos adversos, que corresponden a 65 por cada 100.000 dosis administradas. Además, la mayoría de notificaciones corresponde a mujeres, con un 73%, y a personas entre 18 y 65 años, con un 87%.
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La Agencia Española del Medicamento además explica que de todos las notificaciones -64.427-, 12.370 fueron consideradas graves y 415 provocaron la muerte de alguna persona. En referencia a este último aspecto, precisan que son acontecimientos que no se pueden relacionar directamente con la vacuna, ya que hay que buscar las causas en la situación clínica previa del paciente.
Entre los efectos adversos de los viales de Pfizer aparece el síndrome de fuga capilar. Este trastorno grave, si bien poco frecuente, da como resultado una caída brusca de la presión arterial que puede derivar en un shock y edema masivo si no se trata. A nivel mundial, este efecto adverso ha afectado a 44 casos con una exposición de 2.000 millones de dosis. En España, hasta el 6 de marzo, ha habido cuatro notificaciones, sin que ningún caso haya derivado en un fallecimiento.
En total, la vacuna de Pfizer ha provocado 87.643 términos descriptores de acontecimientos adversos en cuya mayoría han consistido en fiebre, en un 32%, o ese dolor en la zona del pinchazo, en un 13%. El dolor de cabeza ha sido la segunda dolencia más notificada, con un 22%. En los niños vacunados con Pfizer, ha habido 215 notificaciones de efectos adversos. Del total, 34 son casos de linfadenopatía, una inflamación de los ganglios linfáticos que se encuentran en el cuello, las axilas, la ingle, el pecho y el abdomen. La más común se produce en la zona del cuello.
Al igual que ocurre con los sueros de Pfizer, el síndrome de fuga capilar es un efecto secundario que también se ha encontrado en personas que han recibido la vacuna de Moderna. Sobre el resto de reacciones adversas, los trastornos más comunes han sido la fiebre o el dolor en la zona de vacunación. Con un 44% y un 24% respectivamente. En toda España, ha habido 13.302 notificaciones de acontecimientos adversos sobre un total de más de cinco millones de personas que han recibido esta vacuna.
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Las terceras dosis de Moderna también han suscitado otros efectos secundarios que se computan en 443 notificaciones graves, que en su mayoría se centraron en cefaleas, mareos y mialgias (dolor muscular). Además, la Agencia Española del Medicamento ha identificado un nuevo efecto adverso, un dolor axilar que se puede relacionar con la linfadenopatía. Algo común con la administración de la tercera dosis y que, según explica la agencia, se ha visto con más asiduidad con el tercer pinchazo.
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