La privada pone entre un 30% y un 50% más de sobresalientes en Bachillerato

El trabajo, basado en los datos oficiales de 2022, constata que todos los institutos españoles son generosos cuando califican a los alumnos de Bachillerato. La nota media nacional del ciclo es un 7,8, pero cuando los mismos alumnos se someten unas semanas después a las pruebas obligatorias de la EBAU, las que preguntan por las materias troncales, sacan un 6,8, un punto por debajo. Ese 15% de peor calificación se nota especialmente en los alumnos sobresalientes, que durante la secundaria superior fueron casi el 21% y que en la fase general de selectividad (con exámenes anónimos y criterios de corrección únicos) solo alcanzaron el 6%. Tres veces menos.

Pero es que esta amplia generosidad docente de los centros de Bachillerato españoles se multiplica cuando se habla de institutos privados concertados y, todavía mucho más, cuando se mira a los colegios privados en los que los padres pagan el 100% de los estudios de sus hijos.

Los alumnos de institutos públicos que titulan con nota de sobresaliente rozan el 18%, mientras que los de los centros concertados con igual calificación rozan el 24% y los de colegios privados llegan al 27,4%. En términos comparables, los bachilleres salen de la concertada con un 33% más de sobresalientes que los de la pública y con un 53% más si proceden de aulas completamente privadas, según la investigación.

Hasta ahí, aclaran los expertos, nada indica que tenga que haber distintos grados de generosidad docente, ya que podría tratarse de una simple superioridad académica de los bachilleres de unos institutos sobre los de otros. Pero esa teoría no pasa la prueba del algodón de la EBAU. Los estudiantes de la concertada que sacaron sobresaliente en selectividad no pasaron del 5,4% y los de los centros privados con igual media se quedaron en el 8,1%. En el primer caso hubo seis veces menos sobresalientes que durante el curso y en el segundo, casi tres veces y media menos.

Los de la pública con sobresaliente en las pruebas de acceso a la universidad fueron el 5,3%, idéntico porcentaje que los llegados de la concertada -que, sin embargo, les sacaron seis puntos durante el curso- y solo 2,8 puntos menos que los de la privada, que sin embargo acabaron el instituto con nueve puntos y medio más de notas excelentes. Los expertos consideran que es un problema relevante, porque un 30% de los jóvenes que hacen la selectividad vienen de centros privados de ambos tipos y esta constatación genera «inequidad» respecto a los de la pública. Sesga, dicen, las notas de acceso a la universidad, que en un 60% se forman con la media del Bachillerato y en un 40% con la nota de la EBAU.

El notable desfase entre los sobresalientes de la concertada y la privada y sus exámenes de la EBAU, mucho mayor que el de la pública, se da en todos los rincones de España. Eso sí, hubo autonomías en que la generosidad docente durante el Bachillerato se exacerbó. Especialmente en tres: Murcia, Canarias y Extremadura. En todas ellas los colegios concertados dieron al menos ocho puntos de sobresalientes más que el resto de los concertados del país y los privados pusieron la nota máxima entre doce y dieciocho puntos más que la media de privados españoles. El caso más llamativo es Murcia, con un 34,7% de alumnos de Bachillerato que se titularon con sobresaliente en la concertada y un 45,6% en la privada. También es cierto que la benevolencia en estas tres regiones se extendió a los institutos públicos, pues los centros oficiales pusieron entre seis y nueve puntos más de sobresalientes que la media de sus homólogos en el resto del país.

El otro gran desajuste detectado por el estudio son las sonadas diferencias de sobresalientes cosechados en las pruebas obligatorias de la EBAU entre unas y otras autonomías, lo que apunta a que unas son más duras que otras con sus exámenes o más estrictas en sus criterios de corrección. La calificación media de entre 9 y 10 en la fase general de la selectividad de 2022 la consiguió el 5,9% de los alumnos españoles, pero en siete comunidades -Asturias, Castilla y León, Cantabria, La Rioja, Andalucía, Extremadura y Murcia- hubo un 33% o más de sobresalientes en los exámenes que en el resto y en otras tres -Baleares, Comunidad Valenciana y Galicia-, por el contrario, no se llegó ni a la mitad. El extremo estuvo en Asturias que, con un 12%, logró seis veces más notas excelentes que Baleares o Comunidad Valenciana.

Si la ratio que se observa es el desfase entre sobresalientes cosechados en Bachillerato y el mismo resultado en la fase obligatoria de la EBAU, las distancias más difícilmente explicables se dan en Baleares, con seis veces más sobresalientes en los institutos que en selectividad, en Galicia, con siete veces más, y en la Comunidad Valenciana, con nueve veces más. En todos los territorios hay desfase, pero fue menor en La Rioja, Cantabria y Castilla y León. Eso sí, en los tres también con el doble de excelentes en Bachillerato que en la EBAU.

Los analistas piden tres cambios. Piden ejercicios y criterios de corrección estatales más homogéneos para evitar los grandes desfases de notas en la EBAU según las autonomías -que crean injusticias territoriales porque el 15% de alumnos se matricula en facultades de fuera de su región-; aconsejan la publicación anual de la comparativa entre las notas de Bachillerato y las de selectividad en cada centro educativo y, sobre todo, reclaman dar más peso en la nota de acceso a la universidad a las pruebas de selectividad, pasando a pesar el 50% o el 60% del total, para evitar así la «inequidad» provocada por las calificaciones más benévolas que se dan en muchos institutos.