Así afecta la resaca a la conducción

La DGT siempre está alerta para recordar lo imprudente de beber alcohol y conducir. Y es que al volante, sus efectos son causa de accidentes y pueden afectar de forma grave las conductas del conductor al volante. Ahora, el organismo va más allá y también recuerda que el alcohol no solo nos afecta después de consumirlo. También hora más tarde. En concreto cuando llega la resaca, que también produce un detetioro de las capacidades.

La DGT incide en que beber alcohol supone estar demasiado tiempo expuesto a sufrir un accidente de tráfico, ya que sus efectos se pueden notar hasta el día siguiente después de haber bebido. En concreto, la resaca produce alteraciones neurológicas, ya que la actividad del cerebro se ralentiza hasta 16 horas después de desaparecer el alcohol. Es decir, prácticamente durante un día completo.

También produce alteraciones hermodinámicas, ya que sus efectos aumentan el trabajo cardiaco. Además, la resaca también produce que tengamos más orina y viene acompañada de deshidratación. Por el momento, todo ventajas. Pues la DGT explica que incluso sus efectos son sus peores si además hacemos estas acciones cuando tenemos resaca.

Una de ellas es beber más alcohol. A pesar de la creencia popular, seguir bebiendo para parar la resaca no tiene efectos positivos. Menos aún si lo hacemos con el objetivo de estar más lúcidos para conducir. También se incrementan sus desventajas si tenemos el estómago vacío y dormimos mal o poco, algo fácil si hemos bebido la noche anterior. También son peores los estragos de la resaca si no estamos acostumbrados a beber y si nuestro estado de salud no es bueno.

Saber si tenemos resaca es bien sencillo. Sin embargo, es bueno recordarlos. En concreto la DGT habla de la fatiga y debilidad, la sed, dolor de cabeza, diarrea, limitación y tristeza, falta de sueño, alteración visual-espacial, menor atención, náuseas y vómitos y temblores.

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