Los atascos son muy comunes en las salidas y entradas de las ciudades durante las vacaciones o los puentes y a primeras horas de los días laborables, por lo que la Dirección General de Tráfico (DGT) explica el funcionamiento de los carriles excepcionales que se habilitan para aliviar los grandes flujos de tráfico. Existen cuatro tipos de carriles para 'desatascar' las masas de vehículos y cada uno de ellos tiene sus propias normas: en sentido contrario al habitual, adicionales, bus-VAO y reversibles.
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Son los carriles antiatascos más comunes y suelen darse generalmente en los momentos de máxima afluencia de autopistas y autovías, aunque solamente se permite circular por ellos a turismos sin remolque y motocicletas. Para que esto se produzca, se procede a abrir la mediana y se utiliza uno de los carriles contrarios para circular en dirección del atasco.
El modo de circular por estos carriles es el siguiente: encender las luces de cruce por el día y por la noche, mantener la velocidad entre 60 y 80 kilómetros por hora, utilizar las luces cortas en los carriles contiguos y guarda la distancia de seguridad frontal adecuada.
Los adicionales son los carriles más frecuentes en carreteras convencionales, en la que hay una sola calzadas para cada sentido y se habilita el arcén para agilizar la marcha en la dirección que se encuentra atascada. Debido a la estrechez de los carriles, conviene seguir estrictamente su normativa: la velocidad se limita entre 60 y 80 kilómetros por hora, las luces de cruce son obligatorias de día y de noche y no está permitido su uso a bicicletas, ciclomotores, vehículos especiales hasta 3.500 kilogramos, de atracción animal y personas con movilidad reducida.
Los carriles de Vehículos de Alta Ocupación están reservados para que circulen por ellos motocicletas, turismos, autobuses, vehículos mixtos, 100% eléctricos y algunos enchufables de un único pasajero en momentos de máxima afluencia de tráfico.
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La velocidad para circular por estos carriles es la misma que la de la propia vía, pero las condiciones pueden variar, ya que las autoridades se encargan de gestionar el número de carriles, el sentido, el horario de uso y el mínimo de pasajeros de los vehículos permitidos.
Los reversibles son la variación urbana del carril en sentido contrario y se puede habilitar en una dirección u otra dependiendo de las necesidades del tráfico. Los conductores pueden cerciorarse del sentido del carril gracias a los cuadrados con flechas que se colocan en la parte superior de la carretera. Las normas viales de estos carriles son idénticas a las del resto de la calzada.
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