Las infracciones al volante que restan más puntos del carné de conducir

Cometer una infracción al volante conlleva su sanción correspondiente. Pero para la Dirección General de Tráfico (DGT) no todas las imprudencias al volante incurren en la misma gravedad y, por eso, algunas suponen una mayor pérdida de puntos que otras, así como una mayor sanción económica. La DGT recuerda cuáles son aquellas más graves y cuánto nos puede suponer en el carnet de conducir.

Según la información de la DGT, las sanciones que cuestan más puntos alcanzan los seis. De forma general, el carnet cuenta con doce puntos que se pueden ampliar con las buenas conductas al volante como, por ejemplo, no cometer ninguna infracción que rebaje esta cantidad durante los primeros años con el permiso. De esta forma, si somos conductores noveles, algunas de las siguientes infracciones supondrían perder la mitad de los puntos.

Entre estas infracciones está conducir con una tasa de alcohol superior a 0,50 miligramos por litro de aire respirado. Relacionada con esta está el conducir con presencia de drogas en el organismo, así como negarse a realizarse pruebas de alcohol o de drogas. En concreto, estas sanciones suponen además una multa de mil euros.

Otra de las conductas que suponen esta pérdida de puntos es conducir de forma temeraria, circular en sentido contrario o participar en carreras y competiciones ilegales. También conducir vehículos con inhibidores de radares, cinemómetros y dispositivos similares. También manipular o colaborar en la manipulación de tacógrafos o limitadores de la velocidad.

Un punto más específico se relaciona con los conductores profesionales, que no pueden exceder su tiempo de conducción en un 50%, ni su tiempo de descanso en un 50%. Además, la DGT incluyó nuevas infracciones que también suponen esta pérdida de puntos, como son sujetar un teléfono móvil mientras se conduce, arrojar a la vía objetos que puedan producir incendios y adelantar a ciclistas sin respetar la distancia de seguridad.

Según la DGT, la multa con la sanción más alta es conducir vehículos con inhibidores de radares, cinemómetros o cualquier otro dispositivo similar. En concreto, la multa asciende a los 6.000 euros. Además, existen varias infracciones que suponen una cuantía de mil euros. Por conducir con una tasa de alcohol superior a 0,50 miligramos por litro de aire respirado, conducir con una tasa superior a 0,30 miligramos por litro de aire respirado si se es conductor profesional o con un permiso de antigüedad inferior a dos años, conducir con drogas en el organismo y negarse a realizar las pruebas de alcoholemia y test de drogas pertinentes.

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