La DGT avisa: llevar a un niño en la bici de manera incorrecta tiene multa

Cada vez son más las personas que optan por las bicicletas para llevar a sus hijos a la guardería, a la escuela o al parque por las tardes. Esta decisión no solo permite evitar los atascos a la hora de la entrada y salida de los colegios, sino que además es una manera sencilla de ahorrar dinero en combustible o autobús y contribuye a la mejora del medio ambiente.

Como ocurre con el resto de conductores, los ciclistas deben conocer y respetar las normas de circulación a la hora de llevar a un pasajero en el bicicleta. Todavía es frecuente ver a niños y a adultos llevando a amigos en el trasportín o portabultos de la bici. En otras ocasiones, hay chavales que van sentados en el manillar y, a pesar de que parece bastante incómodo, hay ciclistas que llevan a los menores sentados en una pierna mientras que van pedaleando.

Llevar a un pasajero en la bicicleta de manera incorrecta, según recuerda la Dirección General de Tráfico, no solo es una conducta muy peligrosa, sino que conlleva una multa de 100 euros. La sanción, explican desde la DGT, podrían llegar a los 300 euros si el pasajero además viaja sin casco, una imprudencias que conlleva una multa de 200 euros. Para evitar rascarse el bolsillo, pero sobre todo para circular seguro, solo hay que seguir estas sencillas indicaciones:

A bordo de una bicicleta solo se permite llevar un pasajero de hasta 7 años de edad y en una silla homolagada. La DGT no tiene en cuenta el peso o la estatura del menor, como ocurre en los vehículos de cuatro ruedas donde la ley solo permite viajar en el asiento delantero de un vehículo a los niños con una estatura superior a 1,35 metros.

La Dirección General de Tráfico no establece una edad mínima para los menores, pero sí recomienda que viajen en las plazas posteriores de los coches con los correspondientes sistemas de retención hasta que alcancen 1,5 metros de estatura.

A la hora de llevar niños en la bicicleta es obligatorio hacerlo en un asiento adicional homologado. Estas sillas deben llevar reposabrazos, sujeción para los pies, arnés de seguridad, los cinturones de rigor, un respaldo lo suficientemente alto para ofrecer un apoyo a la cabeza del niño y estar homologadas. El peso máximo que soportan estos asientos son 21 kilos.

Las sillas delanteras, menos recomendables por los expertos, se colocan en el tubo superior del cuadro o en el manillar y tienen un límite de peso de entre los 9 y los 15 kilogramos.

Bajo ningún concepto, un menor de edad puede llevar a otro en una bicicleta, aunque tenga un asiento homologado. Solo los mayores de 18 años pueden trasportar a los niños menores de 7 años.

A partir de esa edad, los niños deberán viajar a su propia bicicleta. La Dirección General de Tráfico deja bien claro que «padres, madres o adultos responsables deben acompañar a sus hijos hasta que sean autónomos y en este tiempo es fundamental que cumplan las normas de circulación: semáforos, pasos de cebra, límites de velocidad… De esta manera darán ejemplo y los niños y niñas se educarán para ser adultos responsables y respetuosos con el resto de usuarios de las vías».

Llevar incorrectamente a un niño en una bicicleta supone una multa de 100 euros. Además si está en ciudad y no se lleva casco (obligatorio para los menores de 16 años y recomendable para el resto), sumará otra multa será de 200 euros. En el caso de los menores de 16, el importe debe ser abonado por los padres o tutores.

En carretera, en cambio, el uso de casco homologado -debe ir colocado y abrochado correctamente para que no pueda salir despedido- es siempre obligatorio para los ciclistas de todas las edades, salvo tres excepciones: en subidas prolongadas, por razones médicas justificadas o con calor extremo.

A la hora de decidirse a circular con la bici y más si llevamos a menores a cuestas, lo más aconsejable es hacerlo por los carriles habilitados para este tipo de vehículos de dos ruedas. Es lo más seguro.

Valladolid cuenta con más de ciento veinte kilómetros de carril bici. Las más importantes, en el centro de la capital, son las del paseo de Isabel la Católica y los ciclocarriles del paseo de Zorrilla. Además, el carril bici del paseo de la Magdalena es uno de los más concurridos entre los jóvenes porque conecta los barrios con las universidades.

No hay que olvidar que está prohibido «como normal general que los ciclistas circulen por la acera, a no ser que esté señalizado como carril-bici de uso compartido por peatones», detalla la DGT.

Los ciclistas también deben ceder el paso ante un paso para peatones debidamente señalizado y cuando giran para entrar en otra vía y hay peatones cruzándola, aunque no haya paso.

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