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OLAYA SUÁREZ y Paloma Lamadrid
Gijón
Lunes, 31 de octubre 2022, 08:50
Prefirió matar a su hija de seis años antes de tener que entregársela a su exmarido tras haber perdido la custodia legal de la niña. Este parece ser el móvil que estaría detrás del asesinato cometido el domingo pasado por una mujer en el interior ... de una vivienda del barrio de El Llano de Gijón, según se desprende de las investigaciones preliminares sobre el terreno realizadas por la Policía Nacional y el juzgado en funciones de guardia de la ciudad asturiana.
Era poco más tarde de la medianoche del domingo al lunes pasados. Agentes de la Policía Nacional, después de más de una hora de gestiones e intentos fallidos, lograban entrar en el 4ºA del número 71 de la avenida Gaspar García Laviana con las llaves que les había proporcionado el casero porque nadie les abría la puerta.
Acompañados de sanitarios y otros profesionales del dispositivo de emergencias buscaban con urgencia a una madre de 48 años, N. M. L., y a su hija. El hermano de la mujer había telefoneado a la policía gijonesa sobre las 23:00 horas del domingo, muy alarmado, porque hacía horas que era incapaz de localizar, por más que insistía, a su hermana y a su sobrina. Estaba muy alterado porque su hermana le había hecho llegar mensajes en los que se despedía de la familia.
Tras una mínima búsqueda, localizaron a madre e hija, juntas, sobre la cama de una de las habitaciones. Nada pudieron hacer los sanitarios por salvar la vida de la niña. Todo indicaba que llevaba horas muerta. Su madre estaba adormecida y, antes de que la trasladaran a un hospital, confesó que le había dado barbitúricos. A falta de que las conclusiones de la autopsia lo confirmen, los investigadores barajan que esta sobredosis de fármacos puede ser la causa que desencadenó su muerte.
Esta tragedia, según parece, pudo comenzar a escribirse el viernes pasado, cuando el juez notificó a Eugenio García, el padre de la víctima, que, tras cinco años de pelea en los tribunales con su exesposa, la presunta homicida, le concedía a él la custodia sobre la pequeña. Lo relató entre entre lágrimas, roto de dolor y con la voz quebrada, el propio Eugenio, este lunes, en el portal del número 71 de Gaspar García Laviana, a donde acudió lo más rápido que pudo desde Segovia, la ciudad en la que reside, en cuanto la Policía le alertó del crimen, para «poder decir adiós a mi hija».
Madre e hija residían desde poco antes del verano en el piso alquilado de Gijón, a donde se habían trasladado a vivir desde su anterior domicilio en Madrid. Las vecinas tenían poco trato con ellas y describían a la madre como «un poco rara».
Fue él propio Eugenio García quien trajo a la niña a Gijón el sábado pasado, después de que la pequeña pasase un tiempo en Segovia bajo su cuidado. La menor, de hecho, solo iba a pasar el puente de Todos los Santos con su madre, pues este martes festivo debía entregársela a su exmarido, esta vez no para unos días de visita sino para que se la llevase a vivir con él.
El padre, que llegó al portal del crimen junto a su actual pareja, solo acertó a decir a los informadores «no podéis imaginar el dolor intenso que es esto». «Esto no va de hombres y mujeres, esto va de que no pueden hacerle esto a un niño. ¡Es un niño, por Dios!», lamentó justo antes de aclarar que «llevaba cinco años luchando por la custodia y me la dieron el viernes».
«Solo quería decirle adiós a mi hija. No os podéis imaginar el dolor inmenso que es esto». Roto de dolor, con la voz quebrada Eugenio García, el padre de la pequeña de seis años que fue hallada muerta en su domicilio del barrio gijonés de El Llano decía estas duras palabras en el portal del edificio. El hombre, natural de Segovia, había conseguido la custodia de la pequeña tras cinco años de lucha con la madre de la menor. «Llevaba cinco años luchando por la custodia y me la dieron el viernes», dijo. La mujer debía entregarle a la pequeña el martes.
«Esto no va de hombres y mujeres, esto va de que no pueden hacerle esto a un niño. ¡Es un niño, por Dios!», se lamentaba. La niña, de seis años, cursaba sus estudios actualmente en el colegio Corazón de María.
Al parecer la madre de la pequeña, cuya familia vive fuera de la región, había mandado mensajes de despedida a su hermano.
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